Instancias para proteger a mujeres de violencia no son escudos humanos: Expertas

 

 

*Cada vez más mujeres tienen algún vínculo con la delincuencia organizada, principalmente porque sus parejas están relacionadas con este tipo de delitos, coincidieron en conversatorio realizado en la UdeC.

 

La mujer que sufre violencia no logra dejar o denunciar a su agresor “porque experimenta una indefensión aprendida o adquirida, que es cuando una y otra vez se expone a la violencia y busca cómo afrontarla. Si las respuestas no han sido suficientes para salir, se crea una situación de desamparo e indefensión y terminan por decirse: ‘le haga como le haga, no puedo salir de aquí, mejor ya no hago nada’”.

 

Así lo planteó la directora general del Centro Estatal para la Prevención y Atención de la Violencia Familiar (CEPAVI), Nancy Carolina Lau Contreras, al responder la duda de por qué hay mujeres que no logran dejar o denunciar a su agresor, durante un conversatorio realizado hace unos días en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Colima.

 

Carolina Lau Contreras añadió que algunas parejas viven en círculos de violencia caracterizados por acumular la tensión y explotar luego en un acto de violencia, después de lo cual aparece un tipo de remordimiento o mecanismo del que salen con promesas o una “nueva luna de miel”, en ese orden.

 

Éste y otros temas se plantearon durante la sesión de preguntas y respuestas del I Conversatorio “Instituciones en atención a las violencias de género hacia las mujeres”, que organizó la Red Colimense por los Derechos Humanos de las Mujeres en el estado de Colima, a la cual pertenece esta casa de estudios.

 

A este evento se dieron cita las funcionarias titulares de la Fiscalía Especializada en Delitos por Razones de Género y Trata de Personas, del Instituto Colimense de la Mujer (ICM), el Centro Estatal para la Prevención y Atención de la Violencia Familiar (CEPAVI), el Centro de Apoyo a la Mujer “Griselda Álvarez” A.C. (CAM) y la Fundación IUS Género.

 

Con respecto a las acciones para atender a mujeres violentadas por casos del crimen organizado o narcotráfico, la directora del ICM, Mariana Martínez Flores comentó que cada vez más mujeres tienen algún vínculo con la delincuencia organizada, principalmente porque sus parejas están relacionadas con este tipo de delitos.

 

Habló del municipio de Tecomán, donde es común que las mujeres solamente quieran tramitar una orden de protección y no una denuncia o divorcio: “En el instituto nos centramos en resguardarla, valoramos con qué parte del crimen organizado tiene vínculo, si hay amenazas o no, y analizamos el municipio en que se encuentra para canalizarla a un refugio, cuidando que sea de un cártel distinto”.

 

En la recientemente creada Fiscalía Especializada en Delitos por razones de Género y Trata de Personas, Virginia Cuevas Venegas dijo que las mujeres llegan como víctimas y, en coordinación del ICM, se les asigna un refugio e inmediatamente se crea una carpeta de investigación formal para realizar el seguimiento. Mientras tanto, en el CAM, su presidenta Martha Lucía Flores también reportó un caso.

 

Otra duda de los asistentes al conversatorio fue conocer el trabajo que se realiza con la población infantil víctima de la violencia, y cómo se aborda el tema de la violencia contra menores y adolescentes.

 

Martha Lucía Flores, del CAM, explicó que no inician con el tema de la violencia, sino que comienzan platicando de lo que les gusta y lo que no en su escuela; hablan de bullying, de las relaciones entre niños “y reflexionamos con los menores sobre qué pasa con ese trato”. Poco a poco, agregó, se abordan más temas.

 

Sobre el papel de las policía municipales y estatales, todas las dependencias coincidieron en contar con el apoyo de las corporaciones de seguridad pública; sin embargo, Nancy Lau aclaró que ninguna de las instancias de ayuda en las que ellas trabajan  son escudos humanos, ya que tienen alcances y limitaciones, porque tuvieron casos en que agresores se presentaron en las instituciones, siguieron a su compañera y hubo amenazas; “por ello, nos apoyamos en la seguridad pública”, dijo.

 

Antes de finalizar, Mariana Martínez aclaró que si bien en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH-2016), la violencia en Colima disminuyó por abajo de los 15 primeros estados de la República Mexicana, éstos son resultados de percepción que arrojan datos sobre nuevos tipos y modalidades de violencia.

 

Para ella, el mejor indicador de la violencia hacia la mujer en Colima es el Banco de Datos: “En esta base podemos obtener información de los casos e incluso de manera geo-referenciada; esto es, informaciones tales como las colonias exactas y hasta las cuadras con mayores índices de violencia”, finalizó.