*Responsabilizaron “a los tres niveles del mal gobierno que permiten la operación de estos grupos narco paramilitares en la región”.
Alfredo Quiles Cabrera
El Congreso Nacional Indígena (CNI), el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) culparon al “narco paramilitar” por “el ataque perpetrado el pasado 31 de mayo a la comunidad indígena nahua de Zacualpan, municipio de Comala, Colima”.
A través de un comunicado conjunto el Congreso Nacional Indígena (CNI), el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) afirmaron que “el capitalismo neoliberal está marcando sus pasos con la sangre de nuestros pueblos, donde la guerra arrecia, porque no cedemos nuestra tierra, cultura, nuestra paz y organización colectiva; porque no cedemos en nuestra resistencia ni nos resignamos a morirnos”.
Luego de reiterar que “nuestra madre tierra no está en venta al gran capital ni a nadie, nuestra existencia no se negocia y por lo tanto tampoco la resistencia de nuestros pueblos”, denunciaron “el cobarde ataque perpetrado el pasado 31 de mayo a la comunidad indígena nahua de Zacualpan, municipio de Comala, Colima, en la que un narco paramilitar disparó armas de grueso calibre contra un grupo de jóvenes, asesinando a uno de ellos y dejando gravemente heridos a tres más”.
Responsabilizaron “a los tres niveles del mal gobierno que permiten la operación de estos grupos narco paramilitares en la región, principalmente el director de seguridad pública Javier Montes García”, al tiempo que exigieron “el pleno respeto a los usos y costumbres de la comunidad indígena nahua de Zacualpan”, miembro del CNI.
También condenaron “la agresión y destrucción ocurridas la madrugada del 31 de mayo en las localidades de Rebollero y Río Minas, pertenecientes a la comunidad binizza de San Pablo Cuatro Venados en el municipio de Zachila, Oaxaca, a manos de un grupo armado, que con violencia destruyó la casa de decenas de familias”.
El CNI, el CIG y el EZLN condenaron “la represión y despojo cometido en contra de nuestros compañeros y compañeras de la comunidad indígena otomí residente en la Ciudad de México, que de forma violenta fue desalojada por grupos de choque al servicio del mal gobierno y las empresas inmobiliarias, junto con cientos de granaderos al servicio de Néstor Núñez, titular de la Alcaldía de Cuauhtémoc, el pasado 30 de mayo a las 11 horas en el campamento que mantenían sobre la calle de Londres No. 7, Colonia Juárez, desde donde la comunidad otomí mantiene campamentos temporales desde el sismo ocurrido el 19 de septiembre de 2017”.
De igual forma, condenaron “el cerco narco paramilitar que grupos criminales, solapados y apoyados por los tres niveles del mal gobierno y todos los partidos políticos, mantienen en contra de las comunidades del Concejo Indígena y Popular de Guerrero- Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) en el municipio de Chilapa y José Joaquín de Herrera, que con autonomía construyen la paz con su lucha”.
Hicieron “un llamado a los pueblos de México y el mundo a estar atentos y solidarios con la lucha de los pueblos de Guerrero, a romper el cerco que impone la violencia por la apropiación capitalista de los territorios indígenas, que limita el ingreso de alimentos y medicamentos”, al tiempo que solicitaron “apoyar el acopio de víveres que serán destinados a las comunidades afectadas, y que recibirán productos como maíz, arroz, frijol, chiles de lata, azúcar, sardina, atún, papel de baño, pañales y medicamentos, en el local de UNIOS en la Ciudad de México”.