*Sader destinará 242 millones de pesos para el combate de plagas.
Alfredo Quiles Cabrera
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) destinó más de 242 millones de pesos para operar una campaña contra las plagas de los cítricos en 24 estados del país, incluyendo Colima que es uno de los principales productores de limón mexicano.
En México hay 589 mil hectáreas de naranja, lima, limón, mandarina y toronja, con una producción anual de 8.2 millones de toneladas y un valor estimado de 23 mil 924 millones de pesos, según datos de la dependencia.
“Esa es la razón por la cual es indispensable proteger la citricultura nacional”, apuntó la Sader, al detallar que la estrategia fitosanitaria se aplicará en Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Colima, Guerrero y Hidalgo. Asimismo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
La campaña será operada por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y considera el combate a las plagas Huanglongbing HLB (Candidatus Liberibacter asiaticus), Leprosis (Citrus Leprosis Virus), Tristeza (Citrus Tristeza Virus) y Mosca Prieta de los Cítricos (Aleurocathus woglumi).
También se incluyen acciones para la detección oportuna de Cancro (Xanthomonas citri subespecie citri), Mancha Negra (Phyllosticta citricarpa) y Clorosis Variegada de los Cítricos (Xyllela fastidiosa subespecie).
La dependencia aclaró que el objetivo es reducir los niveles de infestación del psílido asiático de los cítricos (Diaphorina citri), debido a que es el vector que transmite la bacteria Candidatus Liberibacter que produce el HLB; al pulgón café (Toxoptera citricida), vector de la tristeza (Citrus Tristeza Virus – VTC) y a los ácaros (Brevipalpus spp.) que diseminan la leprosis de los cítricos.
La idea es sensibilizar a los productores para involucrarse en las actividades de exploración, monitoreo, muestreo, diagnóstico, control químico y biológico, a través de los comités estatales y las juntas locales de sanidad vegetal en sus regiones, en coordinación los gobiernos estatales.