Trastorno del sueño, padecimiento que afecta más a los adultos mayores: IMSS

  • Dormir restituye el cuerpo y la mente. La falta de sueño perjudica la salud física, la vida familiar y  el estado emocional

El 50 %  de los adultos mayores son vulnerables a padecer trastornos del sueño, lo que podría afectar aún más alguna enfermedad que padezcan, informó la doctora Cristina Angélica Bayardo Quezada coordinadora auxiliar de atención medica primer nivel de la jefatura de prestaciones médicas (del Instituto Mexicano del Seguros Social (IMSS) en Colima.

Explicó que cuando no se duerme lo suficiente, se afecta el  sistema nervioso, aspectos de coordinación, humor y concentración fallan. Cada vez existen estudios sobre el impacto en la calidad y la esperanza de vida que tiene  la salud mental, y se le asocia a enfermedades cardiovasculares, neurológicas y psiquiátricas.

En los últimos años el insomnio representa un problema de salud pública que se ha podido vincular a la modernidad. El promedio de sueño ha disminuido aproximadamente dos horas; lo que se ha asociado a cambios en el estilo de vida moderna, aumento del consumo de alcohol y tabaco, disminución de la actividad física y estrés.

Los síntomas de este trastorno pueden ser variados, como: tardar más tiempo en conciliar el sueño, tener sueño poco reparador, mayor cantidad de despertares durante el sueño o  somnolencia durante el día.

Comparado con otros grupos de edad, el insomnio es más prevalente y más severo en los adultos mayores. Es más frecuente y más pronunciado en mujeres de cualquier edad y su prevalencia se incrementa conforme avanza la edad, haciéndose más notable después de los 60 años.

Hay diversos factores asociados atribuidos a esta patología,  como otras enfermedades que afectan a este grupo de edad y sus  tratamientos,  algunos de ellos: obesidad central, disminución de tensión muscular, cambios en la anatomía de la vía aérea, aumento de colapso de la vía aérea, alteraciones en la función tiroidea.

Entre las enfermedades asociadas al trastorno del sueño están: cardiopatía isquémica, enfermedad vascular cerebral, hipertensión, enfermedad cardiaca, enfermedad pulmonar o enfermedad coronaria, así como la ingesta excesiva de medicamentos sedantes como hipnóticos, antihipertensivos, antihistamínicos, antipsicóticos y antidepresivos.

Bayardo Quezada explicó que el tratamiento que se otorga a los derechohabientes con este padecimiento –puede variar de acuerdo a la edad-, está orientado a cambios de estilo de vida y a la dieta del paciente, atención a la obesidad, disminuir la ingesta de alcohol, tabaco y fármacos.

Además de corregir la posición al dormir y hacer una evaluación de los medicamentos requeridos por el paciente por otra patología que puedan tener efectos secundarios en el sueño, como tratamiento con medicamento para conciliar el sueño.

El sueño es un estado de reposo uniforme de un organismo. Se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea, respiración, latidos del corazón) y por una respuesta menor ante estímulos externos, señaló la especialista del IMSS.

El dormir restituye el cuerpo y la mente. La falta de sueño perjudica la salud física, la vida familiar, el estado emocional y la productividad de las personas, además de que afectan las defensas del cuerpo debilitando el sistema inmune, haciéndolo más vulnerable a enfermedades.

Exhortó a la población derechohabiente acudir su médico familiar ante cualquier síntoma referente a los trastornos del sueño.