*“Este día es un buen momento para reflexionar sobre los avances logrados, lo que hay por cambiar, y celebrar la valentía y determinación de las mujeres que han jugado un papel clave en la historia reciente”: JEHN.
Al inaugurar el foro de análisis “Relevancia de la mujer en la vida política, académica y administrativa de principios del siglo XXI”, realizado en el auditorio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el rector José Eduardo Hernández Nava aseguró que este día “es un buen momento para reflexionar sobre los avances logrados, lo que hay por cambiar, y celebrar la valentía y determinación de las mujeres que han jugado un papel clave en la historia reciente”.
En su discurso de apertura, Hernández Nava recordó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dijo que aunque las mujeres representan el 53.1 por ciento de los egresados con un primer título de educación superior, “una de cada cinco no participan en el mercado laboral del país. Esto puede atribuirse –dijo– a cuestiones culturales, pero también a prácticas discriminatorias contra la mujer”.
Comentó que existe un gran potencial para impulsar la economía de México en las mujeres altamente capacitadas que viven en el país y que no participan en el mercado laboral.
Tocó también el tema de la violencia hacia la mujer. Aquí, citó a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, quien asegura que de 100 mujeres en México, 66 sufren de violencia, que llega incluso al feminicidio. Por eso, declaró, “convengo en que deberá haber un cambio en el sistema patriarcal por un sistema de democracia familiar; se debe impulsar la democratización de la familia como un modelo incluyente, sin roles ni estereotipos de la mujer”.
Las panelistas: María Liduvina Sandoval Mendoza, diputada federal por Colima; Ana Josefina Cuevas Hernández, académica y presidenta de la ACU y Margarita González Velasco, coincidieron en señalar que este día no era para celebrar nada ni para festejar, sino para conmemorar la lucha de las mujeres por sus derechos y recapitular lo que se ha logrado y lo que falta por hacer en el tema de la equidad de género.
La primera en tomar la palabra fue Liduvina Sandoval. Ella recordó que el Día de la Mujer tiene su origen en movimientos que se dieron en 1908 por la conquista de derechos laborales, reducción de jornadas de trabajo y por espacios en dónde amamantar a sus hijos; “sin embargo, más de 100 años después, a pesar de todos los avances, parece que seguimos peleando por los mismos temas”. Dijo que, en esos días, la Cámara de Diputados rechazó la creación de lactarios en empresas y oficinas para que las mamás amamanten a sus hijos.
Añadió que la paridad en política ahora sólo se da por ley, que le gustaría que fuera real y que las mujeres tuvieran también los puestos de mayor responsabilidad. Esto debería ser así, aseguró, porque la democracia es un proceso representativo y porque las mujeres son mayoría. Cuestionó también la brecha salarial entre hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo.
Por último, señaló que mientras se siga pensando que la igualdad es un tema solo de mujeres “vamos a tardar mucho más en llegar a la igualdad, porque ésta tiene que ver con la manera de crianza y cómo las instituciones públicas y privadas se desarrollan, pero tienen que ver también con la manera en que concebimos al mundo”.
En su turno, Ana Josefina Cuevas destacó que el 53 por ciento de la matrícula total de las universidades en México la integran mujeres; sin embargo, “si vemos de manera cualitativa, las mujeres estudian carreras totalmente feminizadas: enfermería, psicología y trabajo social, no las ingenierías o las ciencias”. En enfermería, comentó, aunque hay más mujeres, los hombres ganan más que ellas.
Por lo que señaló que “es fundamental que en México se atiendan políticas federales y se diseñen e implementen de manera eficaz, para que estas brechas se empiecen a reducir y con ello, mejore la calidad de vida de las mujeres”.
Comentó que en esta situación de inequidad la cultura tiene un gran papel, ya que el ser hombre o mujer es algo que se construye en sociedad, entre todos, y que por lo mismo puede también deconstruirse.
Por último, dijo que si bien estamos en un momento de políticas que promueven y buscan la igualdad y que hablan de avances concretos, “tenemos aún una falsa igualdad por las cuestiones culturales. Hay que trabajar mucho en este sentido. Hace falta que estas políticas se aterricen, se respeten y se siga trabajando para mejorarlas”.
Por último, Margarita de la Salud González, secretaria particular del rector, habló de su experiencia en el trabajo administrativo. Dijo que el primer papel que conoció de lo que es ser hombre y mujer fue el familiar, donde su mamá era ama de casa y su papá trabajaba fuera. Recordó que en esos tiempos no había muchos ejemplos de mujeres que hubieran hecho algo más que las labores del hogar, a excepción de algunas maestras y de Griselda Álvarez, poeta y primera mujer gobernadora del país.
Agregó que a lo largo de su vida laboral le ha llamado la atención que, “en una reunión de trabajo, cuando una mujer da su opinión casi nunca es escuchada, pero si eso mismo lo dice un hombre, entonces todos lo escuchan. Por eso confieso que hoy me siento bien cada vez que logro ser escuchada entre tantas voces fuertes de académicos, administrativos y políticos”.
“Ser escuchados –añadió– es un derecho de todos, y aunque en apariencia es de lo más fácil del mundo, en la práctica es difícil. Por eso, con orgullo puedo decir que aquí en la Universidad, actualmente, tengo la posibilidad de expresarme y aportar un poco de mi experiencia a la vida institucional, porque hay gente que escucha y porque entendí que es importante seguir insistiendo con las ideas propias”.
Por último, dijo que en la administración actual de la UdeC, “debo de reconocer que hay una gran cantidad de mujeres en puestos directivos, mujeres valiosas que comienzan a definir nuevas maneras de llevar a cabo la labor administrativa, académica y política”.
Al final del foro, el rector entregó reconocimientos de participación. La moderadora fue Gabriela Gildo, profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
También estuvieron en el evento Christian Torres Ortiz, secretario general; Alicia López de Hernández, presidenta del Voluntariado Universitario y directora general del Cedefu; Enrique Chaires, director de la facultad anfitriona, así como varios coordinadores, delegados y directores de la casa de estudios.