*“Los españoles quitaron a Tláloc y pusieron a San Isidro Labrador, luego a la Tonantzin y pusieron en su lugar a la Virgen de Guadalupe de Extremadura”, aseguró.
De acuerdo con el capitán Raúl Bucio Herrera, no existe ningún registro histórico de la aparición de la Virgen de Guadalupe en México, ya que ni los cronistas de la época como Bernal Díaz del Castillo, Fray Bernardino de Sahagún o el primer obispo de la diócesis de México, fray Juan de Zumárraga, mencionan tal acontecimiento.
Dijo que la imagen de la Virgen fue usada por los franciscanos con la intención de reemplazar el culto a la diosa Tonantzin, extendido en varias regiones del México anterior a los españoles, y promover el culto a la Virgen María, colocándola en los altares de la diosa mexica y así poder convertir más fácilmente a los indígenas al cristianismo.
Los españoles, aseguró, “quitaron a Tláloc y pusieron a San Isidro Labrador, luego a la Tonantzin y pusieron en su lugar a la Virgen de Guadalupe de Extremadura. Los mismos frailes observaron las similitudes de las imágenes religiosas con sus dioses y simplemente los reemplazaron”.
Destacó, por último, que la Virgen de Guadalupe originalmente se llamaba Virgen de Guadalupe de Extremadura, y que se encuentra en Cáceres, España, desde el año 1498; “es decir, muchos años antes del supuesto milagro mariano. Cristóbal Colón y Hernán Cortés eran devotos de esta virgen y fue por eso que incluso bautizaron así una de las islas que descubrieron, más de 40 años antes del milagro de la aparición de la Virgen de Guadalupe”.
Raúl Bucio, egresado del Heroico Colegio Militar, aficionado a la investigación de la historia de México y recientemente jubilado de la Universidad de Colima, dictó la conferencia: “Mito y realidad de la Virgen de Guadalupe”, en una de las aulas de la Biblioteca de Ciencias de la UdeC, como parte de las actividades de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, correspondiente en Colima.