=Por no despachar diésel de ultra bajo azufre (DUBA) a partir de enero de 2019
=En el país son más de 2 mil 270 gasolineras sin diésel limpio
=Analistas prevén más importación del combustible y presiones inflacionarias
Alfredo Quiles Cabrera
La mayoría de estaciones de suministro de gasolina en el Estado podrían ser sancionadas “por transgredir la Norma Oficial Mexicana 016 de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) por no despachar diésel de ultra baja azufre (DUBA) a partir de este año”.
De acuerdo a la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Tractocamiones y Camiones (ANPACT) en el país existen 11 mil 977 gasolineras, de las cuales 2 mil 270 (11 por ciento) no podrán despachar diésel de ultra bajo azufre (DUBA).
Según el último informe de la ANPACT el mayor riesgo de incumplimiento en estaciones de servicio está en Colima, al norte de la Ciudad de México, Morelos, en Monterrey, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, en Puerto Vallarta, en Sonora y en Guerrero, por lo que incluso las gasolineras estarían enfrentando multas.
También señala alto riesgo de incumplimiento de venta de DUBA para El Bajío, pero esta región tuvo una prórroga de seis meses de la CRE, por lo que las gasolineras aún podrán comercializar el combustible convencional.
Ese DUBA tiene 15 partículas de azufre por cada millón, mientras que el convencional tiene 500 partículas por cada millón, con lo que se busca reducir la contaminación.
La prórroga se otorgó pese a que la norma avisaba a las empresas expendio desde mediados de 2016 los requerimientos y con el argumento de que están ubicadas en la zona de influencia de las refinerías de Tula y Salamanca, las cuales no tienen capacidad de producir este combustible.
Caravia y Asociados, analista del sector energético, comentó que esto implicará que se tengan que incrementar las importaciones del diésel limpio.
“Ese diésel tiene un costo similar al convencional. Se tiene que importar desde EU, pero el punto es que, si se importa, el tipo de cambio logrará que el combustible en México se encarezca y tengamos otro efecto en la inflación”, explicó.
El impacto del combustible en el transporte de carga por tierra afecta a toda la economía ya que ahí se mueve 80 por ciento de las mercancías, por camión y ferrocarril, a las cuales se les transfiere el costo de los fletes.
Además, habría otra problemática en el país con los nuevos requerimientos, apuntó la Secretaría de Energía.
“Pemex refiere que no existe en el país la capacidad de transporte por ducto de almacenamiento y de capacidad de servicios portuarios, que permitan realizar la operación simultánea de importación de DUBA y el desalojo de diésel de 500 partículas por cada millón hacia los puertos para su exportación”, señaló.