*Como parte del ciclo de charlas “Mi vecino el mar”, que realiza la Facultad de Ciencias Marinas de la UdeC en la plaza “Punto Bahía” de Manzanillo.
En días pasados, Aramis Olivos, profesor-investigador del Centro universitario de Investigaciones Oceanológicas (CEUNIVO), expuso algunos aspectos importantes sobre la relación entre el desarrollo portuario y la zona costera de Manzanillo, como parte del ciclo de charlas “Mi vecino el mar”, que realiza la Facultad de Ciencias Marinas (FACIMAR) en la plaza “Punto Bahía” de Manzanillo.
Aramis Olivos Ortiz comentó que es una realidad el hecho de que el puerto de Manzanillo tiene el récord, a nivel nacional, en movimiento de contenedores, lo que genera muchos servicios dentro del municipio e influye en 17 estados.
La influencia es tanta, afirmó, “que el paso por Manzanillo genera cerca del 60 por ciento del PIB; no obstante, este desarrollo no es coordinado con el de la zona citadina, ya que se ha generado el crecimiento y la afectación de algunas zonas costeras. Nos falla planear y pensar a futuro”.
Contó que en el municipio existían grandes extensiones de manglar y que éstas han sido afectadas, a lo cual se suman los problemas de asolvamiento de la laguna del Valle de las Garzas: “Todo esto no se previó con calma, no se midió el crecimiento, lo que puede tener consecuencias sociales y económicas significativas”, afirmó.
“Tenemos que estar conscientes de que, en la relación ciudad-puerto, no sólo está la actividad portuaria sino también otras como la metalúrgica, atunera, granelera, entre otros servicios industriales que se prestan”, expuso.
Sobre el turismo, comentó que existe una fuerte pugna entre el desarrollo manzanillense como zona portuaria y el desarrollo turístico; en este sentido, algunos aspectos le llaman la atención respecto al uso del suelo para distintas actividades. Por lo tanto, “hay que pensar que antes de detonar un desarrollo portuario acelerado, hay que ordenar urbanísticamente dónde pondremos los distintos actores de la ciudad para que, en un futuro, no caigan en conflicto”, aconsejó.
Por último, indicó que el principal reto es respetar la ecología de estos terrenos, donde hay manglares, aves y salineros, “ya que el desarrollo portuario a veces es ciego y no toma en cuenta otras actividades que se desarrollaban antes. Así pues, no nada más se trata de hacer el puerto por hacerlo, sino que hay que ordenarlo para evitar conflictos entre los diferentes actores”.