*“Para los periodistas, la palabra con mayor peso fue la imparcialidad, pues la credibilidad para ellos ya no es tanto un valor ideal, sino que está relacionada con la postura que tomen frente al ejercicio profesional”: Arnoldo Delgadillo.
Como parte de las actividades del Quinto Encuentro Regional de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC), de la cual es sede la Universidad de Colima, se llevó a cabo la Mesa de Trabajo “Eso que llaman credibilidad”.
Los primeros en participar fueron Aideé Arellano Ceballos y Arnoldo Delgadillo Grajeda, de la Universidad de Colima, quienes hablaron sobre “¿Qué es la credibilidad en el ejercicio periodístico? Una exploración a la opinión de los estudiantes, la población y los periodistas”.
Aideé Arellanos explicó que para la realización de su trabajo se plantearon dos preguntas: “¿dónde queda el ideal de veracidad y objetividad como valores del ejercicio periodístico que conducen a la credibilidad?” y “¿cómo se puede crear la información que los periodistas comunican cuando ya fue interpretada por ellos, con influencias tan diversas como los intereses económicos o políticos de las empresas en las que ellos trabajan?”
La respuesta afirmó, “se encuentra en este método estricto, ordenado y hasta comprobable de la investigación periodística, aunado a la aceptación de una subjetividad bien intencionada en la que el periodista deja de lado toda la pretensión de mostrar la realidad y mostrar los hechos como son”.
Agregó que la estrategia metodológica que se utilizó fue la de las redes semánticas naturales, con un total de 53 informantes, de los cuales, 24 por ciento son de población, 38 por ciento estudiantes y 24 por ciento periodistas.
Respecto a las opiniones derivadas de este estudio, Arnoldo Delgadillo comentó que los estudiantes asociaban la veracidad con la credibilidad, “esto derivado de que en la escuela existen muchos valores idealizados de la profesión”.
En el caso de los periodistas, dijo, “para ellos la palabra con mayor peso fue la imparcialidad, pues la credibilidad para ellos ya no es tanto un valor ideal, sino que está relacionada con la postura que tome el periodista frente al ejercicio profesional, no es algo que se dé por naturaleza”.
Finalmente, en cuanto a la población, la palabra veracidad tiene mayor impacto; “para ellos, credibilidad tiene que ver con ser veras, con una visión muy idealizada de lo que es el periodismo”.
Del total de la muestra, añadió, se propusieron tres categorías para analizar cómo se entendía la credibilidad en el estado de Colima; la primera, valores profesionales, con un mayor peso semántico; “todos son valores que la gente cree que tiene el periodista por naturaleza”.
La segunda categoría, son las cualidades del periodista; “aquí encontramos palabras como profesionalismo, imparcialidad, reputación, seriedad, compromiso y ética”.
Por último, los procesos periodísticos, que fue la categoría menos mencionada; “es decir que la gente, con lo que menos asocia la credibilidad es con los procesos que se tienen en el periodismo, lo cual nos parece bastante preocupante, ya que como decíamos al principio, en el método es donde debería de estar la verdadera credibilidad periodística”.
Como reflexiones finales, Arnoldo Delgadillo señaló que, “a pesar de que la credibilidad se entiende actualmente como un valor intrínseco que forma parte de la profesión por naturaleza, es importante saber que, para lograr esa credibilidad, se requiere de un método riguroso y sistemático de interpretación de la realidad social y construir información de manera objetiva”.
El siguiente en exponer en esta mesa de trabajo, proveniente de la Universidad Veracruzana, Juan José Domínguez Panamá habló sobre el periodismo de desastres: factores que condicionan la calidad de la información ante un desastre. Él destacó que el periodismo de desastres “es una narración de hechos que se da de manera espontánea, tal como lo es un desastre que ocurre de manera inesperada”.
Incertidumbre de la información, vulneración de la información en cuanto a las víctimas, la inmediatez de la información y el abuso de la espectacularización de la información son algunas de las características del periodismo de desastres, por lo que para el ponente esto deriva en ciertos desafíos, como la propia incertidumbre de la información, el cuidar cómo se narra esta información, la sobre exposición de las víctimas y el cómo aprender a discriminar información, entre otros.
Agregó que, frente a un hecho como éste, “el reportero se encuentra ante el dilema de cubrir el hecho o de ayudar a la víctima, de no arriesgar la vida, protegerse o cubrir la noticia, disponer de información y explicar lo sucedido.
Por último, al hablar sobre la función social del periodista ante un desastre, Juan José Domínguez dijo que ésta “va más allá de la responsabilidad laboral en mi trabajo como reportero. Vamos a apelar a la responsabilidad personal, a este tipo de humanismo, entender lo que está padeciendo la víctima. La información o el reporte pueden esperar, la persona no, por lo que, para mí, tendría mayor peso el apoyo a la persona afectada”, concluyó.