- El tejido anormal había invadido el bazo y un riñón, lo que ponía en riesgo el funcionamiento de ambos órganos.
- La cirugía se realizó en el Hospital General de Zona No. 1 y representaba alta complejidad por su tamaño.
Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el estado de Durango retiraron con éxito un tumor de 17 kilogramos alojado en el abdomen de una mujer de 50 años, que había invadido el bazo y un riñón, lo que comprometía el funcionamiento de ambos órganos.
La cirugía de extirpación se llevó a cabo en el Hospital General de Zona con Medicina Familiar No. 1 del Seguro Social en esa entidad y actualmente la paciente está plenamente recuperada y reintegrada a sus actividades.
El tumor que padecía, llamado sarcoma retroperitoneal, fue detectado en otra institución de salud, donde por razones técnicas y debido a su volumen, no fue posible retirarlo. Al ser derechohabiente, acudió a la unidad médica del IMSS donde fue valorada y sometida a estudios para determinar la cirugía de retiro del tumor por un equipo encabezado por el médico oncólogo Iván A. Delgadillo.
El especialista explicó que al valorar a la paciente, le impactó el tumor por diversas razones, la más importante era que se encontraba en una zona muy compleja, que tenía íntima relación con estructuras vitales, es decir el bazo y un riñón, órganos que estaban en riesgo al ser invadidos por las células anormales.
Además, destacó, el sarcoma retroperitoneal tenía un volumen extraordinario y su extirpación implicaba múltiples riesgos, uno de los principales, el sangrado abundante, hecho que no sucedió porque la paciente perdió tan sólo 800 mililitros por la técnica aplicada en la cirugía.
Después de la valoración, la derechohabiente fue sometida a una laparotomía, es decir, se abrieron las paredes abdominales para explorar y proceder al retiro del tumor, que al ser extraído registró un peso de 17 kilogramos.
La señora María Rodríguez manifestó sentirse muy agradecida con el IMSS y en especial, con el equipo médico que la intervino, por su profesionalismo y experiencia, la cual garantizó el éxito de la operación.
Comentó que anteriormente estaba muy triste al pensar que moriría sin que alguien pudiera ayudarla, porque ya había sido valorada con anterioridad y le pronosticaban un destino poco alentador, al no poder ser operada por la gran complejidad y tamaño del tumor.
Sin embargo, expresó que en el Seguro Social encontró médicos capaces y comprometidos, que con su trabajo le brindaron la oportunidad de recuperar su salud y seguir su vida de manera normal y al lado de su familia.