· Para que los niños y jóvenes de las zonas marginadas aprendan más, se debe mejorar la infraestructura de sus escuelas y dotarlos de maestros mejor formados, afirmó.
· Participó en el III Congreso Internacional de Investigación e Innovación Educativa.
A pesar de las condiciones de pobreza en la que viven miles de mexicanos, algunas escuelas logran que muchos de ellos adquieran aprendizajes relevantes y significativos para desenvolverse en la sociedad, afirmó la consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle.
Para ayudar a la escuela en lo que hace por la población más desprotegida, consideró urgente establecer políticas intersectoriales que mitiguen la pobreza, combatan el trabajo infantil y permitan atender sus condiciones de desnutrición y de mala salud.
En el III Congreso Internacional de Investigación e Innovación Educativa, realizado en el marco del 42 aniversario de la fundación de la Escuela Normal Superior del estado de Baja California Sur, profesor Enrique Estrada Lucero, dijo que para contribuir a que los alumnos de zonas marginadas aprendan más en la escuela, también se debe optimizar su infraestructura y el equipo escolar, apoyarlas con maestros mejor formados profesionalmente y adecuar las prácticas de aula y pedagógicas.
Al presentar la ponencia la Desigualdad educativa en México, una visión pedagógica, Schmelkes del Valle destacó que la escuela también debe ayudar al alumno a desarrollar habilidades clave para la participación democrática responsable, para la acción ciudadana, el respeto por los otros y para la convivencia pacífica. En la actualidad más que a aprender contenidos específicos, debe enseñar a los estudiantes a acceder a la información y discriminarla, subrayó.
Ante docentes y especialistas en la materia, la consejera del INEE manifestó que el aprendizaje que se obtiene en la escuela debe ser relevante y significativo para los alumnos de culturas muy diversas, debe desarrollar en ellos un entendimiento profundo de su mundo inmediato, permitirles adquirir las herramientas para su cuidado y transformación, y aprender a apreciar su cultura en su lengua materna.
Informó que las escuelas efectivas tienen en común un liderazgo académico, trabajo en equipo, clima escolar en el cual los niños se sienten aceptados y respetados, cultura de la planeación y evaluación, altas expectativas y buena relación con la comunidad y con los padres de familia.
Finalmente, Schmelkes del Valle convocó a no limitar el monitoreo de cómo se avanza en mejorar la calidad de la educación a la medición de resultados del aprendizaje, pues también es importante mejorar los factores externos que impiden cumplir con el derecho a la educación de calidad con equidad.