*Este libro “será importante para los estudiantes que tengan un afán de iniciarse en la carrera científica, pues será fundamental que recuerden algunos de los hechos en el que fundamentarán su carrera”: Elena Roces.
El libro “La educación y las ciencias biomédicas en la Universidad de Colima” como factor de avance social”, de Amador Contreras, que se presentó el martes en la Pinacoteca Universitaria, no sólo aborda los inicios de la investigación científica en la Universidad de Colima, sino que hace un llamado para que los órganos de gobierno inviertan en investigación, pues de ella, asegura, depende el desarrollo del país.
Los científicos Jesús Muñiz, Miguel Huerta y Elena Roces, así como el secretario de Educación de Colima, Jaime Flores Merlo, y el propio autor, hicieron los comentarios a este valioso documento que hace un rescate histórico del quehacer científico que ha emprendido la Universidad de Colima a lo largo del tiempo.
El documento se compone de dos apartados; el primero es un ensayo que describe el quehacer científico hecho en esta Casa de Estudios en cuanto a ciencias biomédicas. Se narra el impulso del entonces rector, Humberto Silva Ochoa, para la creación de laboratorios, así como la incorporación de los primeros investigadores que generaron conocimientos en esta área, como Jesús Muñiz, Justino Pineda, Miguel Huerta, Antonio Sánchez y Alejandro Lizzardi.
En el segundo apartado, Amador Contreras da voz, a través de entrevistas, a quienes cada día generan conocimiento científico: los investigadores, quienes también forman a los estudiantes para que el desarrollo de la ciencia no se detenga.
En este sentido, Jesús Muñiz Murguía dijo que “la UdeC ha cumplido con su misión sustantiva de realizar investigación, y los investigadores hemos entregado lo mejor de nuestro entendimiento en favor de la sociedad para mejorar la investigación”.
Por su parte, la experta Elena Roces Dorronsoro dijo que este libro “será importante para los estudiantes que tengan un afán de iniciarse en la carrera científica, pues será fundamental que recuerden algunos de los hechos en el que fundamentarán su carrera”.
Actualmente este centro de investigación, agregó Miguel Huerta Viera, “cuenta con 22 investigadores, cinco en el nivel III, cinco en el nivel II, y el resto en el nivel I, lo que pone de manifiesto la alta calidad de las investigaciones que se realizan allí, no sólo en la actualidad sino desde sus inicios”.
Por su parte, el secretario de Educación del gobierno estatal destacó la aportación histórica que Amador Contreras realiza en este documento, el cual da seguimiento puntual al quehacer científico de la UdeC desde la década de los 80.
Por su parte, el autor dijo que el libro pretende “hacer reflexionar a la sociedad, actores políticos y gobierno federal en la transcendencia que tiene invertir en serio en la educación, investigación científica, formación de capital humano e innovación con criterios sustentables, pues no se están apoyando estos rubros esenciales”.
“Es importante que en las decisiones de Estado se considere la evidencia científica pertinente; necesitamos que la clase y los actores políticos se pongan de acuerdo en los temas básicos que requiere la sociedad. Es preciso que la ciencia deje de estar sometida por la ideología y que entendamos que el quehacer científico, más allá del desarrollo tecnológico y de sus aplicaciones prácticas, es fundamental para los valores de cualquier país”, finalizó.
“La educación y las ciencias biomédicas en la UdeC como factor de avance social” fue editado por la Dirección General de Publicaciones de esta Casa de Estudios.