Cada vez más son los mexicanos que optan por evitar el uso de los popotes debido al profundo daño ambiental que provoca en los ecosistemas marinos.
El impacto de este material hizo resonancia en La Sociedad Cooperativa Trabajadores de Pascual, reconocida por producir el jugo de Boing, que podría despedirse eventualmente de los popotes.
Salvador Cisneros, presidente de la cooperativa anunció que se analiza la reducción de los popotes, así como la introducción de taparroscas en sus productos.
“Todo lo que más podamos se va a sustituir por tapa; hay presentaciones que tal vez no serían posibles, pero sería una cantidad mínima”, sostuvo
El anuncio se dio en el marco de la presentación de su campaña“México lindo y Querido 2018”, con el que pretende contribuir al cuidado del ambiente con la limpieza de playas, reciclamiento, reforestación y siembra de árboles frutales en la capital del país y los estados de México, Guerrero y Morelos.
Salvador Torres Abundó que sostienen pláticas con una empresa que les suministra cartón, para recolectar plásticos y popotes para reciclar, además de que buscarán acercamientos con los alcaldes de la Ciudad de México, para que les permitan la recolección del cartón y el plástico.
Popotes mortales
- Diariamente se consumen millones de popotes en todo el mundo, que son tirados a la basura y la mayoría de ellos termina en nuestros mares
- Se estima que cada año se utilizan y desechan cerca de 500 millones de popotes en todo el mundo
- Si una persona los utiliza frecuentemente, a lo largo de su vida habrá consumido alrededor de 38 mil unidades
- Estos utensilios representan una amenaza importante para los ecosistemas marinos
- Tienen una vida útil en promedio de alrededor de 30 minutos, su desintegración puede tardar entre 100 y 500 años
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año llegan al mar cerca de 20 millones de toneladas de plásticos. Por su parte, la organización no gubernamental, The Ocean Conservancy, publicó en 2016 que un año antes trabajadores voluntarios recolectaron más de medio millón de popotes en las playas de todo el mundo.