Buenas noticias para la Tierra: un estudiante mexicano llamado Scott Munguía, originario de Guadalajara, descubrió que las fibras que se encuentran en el hueso del aguacate se pueden procesar y convertir en popotes biodegradables y otros materiales desechables que normalmente se hacen con distintos tipos de plástico. Esto ha ayudado a ahorrar la producción de una gran cantidad de desechos plásticos que tardan cientos de años en reintegrarse a la Tierra, ya que estos productos pueden degradarse en aproximadamente 240 días.
Biofase es el nombre de la empresa creada por Munguía. Además de los popotes, ésta produce cubiertos desechables igualmente biodegradables que pueden enterrarse como si se tratara de cualquier desecho orgánico y pasar por un proceso de descomposición similar al de restos de frutas o verduras, por ejemplo.
Esta compañía nació cuando en 2012 Scott Munguía, que estudiaba la carrera de ingeniería química en el Tecnológico de Monterrey, descubrió que los huesos del aguacate tenían una sustancia que podía convertirse en bioplástico. Sus experimentos se probaron en huesos de otras frutas como el mango y el mamey, pero el aguate probó ser el único que podía utilizarse con estos fines.