Supera Ian sus límites

Todas los límites que un niño con Síndrome de Down pueda tener, quedaron superados por los sueños de Ian, un chico Down que logró a sus 24 años graduarse de una licenciatura técnica en masoterapia en Orizaba.

Sus sueños no paran, y ahora sueña con montar una clínica de masajes para poner en práctica todo lo aprendido como masajista en una escuela de Cosmética y Cosmiatría en Orizaba, especializarse en masajes deportivos y viajar a España y Argentina para reunirse con otros amigos Down con quienes tiene contacto vía redes sociales.

“Actitud y sí se puede”, son las palabras que cada día acompañan a Ian Campos Cruz, palabras que lo han logrado ayudar a alcanzar los obstáculos más difíciles.

Es el primer chico con Síndrome de Down en la región, que alcanza un nivel académico tan alto. Esta licenciatura técnica, a la familia de Ian le sabe a doctorado, pues no es común que una persona Down termine la primaria, mucho menos una carrera técnica, pero Ian sí pudo. Teté Cruz, madre de Ian, dice que a sus 24 años, su hijo ha logrado superar todos los límites que un Down tiene, desde que le dijeron que por su condición el niño caminaría a los tres años, Ian lo logró en menos tiempo.

Médicamente le dijeron que muchas cosas no iba poder hacerlas, pero no fue así, lo ha logrado, con diez veces más esfuerzo que un niño sin el síndrome, pero se ha logrado. Ian es un chico que estudia, que canta, que baila, que presta un servicio en una iglesia, que chatea, que va al cine, que maneja un auto, que viaja solo.

Para lograrlo no ha sido fácil, reconoce Teté, han sido años de dicultades, de discriminación, de miradas morbosas, de desvelos, de cansancio, de terapias, de lágrimas.

Relata que al primer obstáculo al que se enfrentaron fue cuando Ian iba a cursar el preescolar, las escuelas no le querían abrir sus puertas para un niño de su condición. Después la primaria, los tres primeros años estudió en una primaria particular, pero se dieron cuenta que el niño no fue inscrito a la matrícula, sus padres le buscaron otra institución. Logró graduarse de sexto grado, y para la secundaria sólo le abrieron la puerta en una telesecundaria de Tlilapan.

El bachillerato lo estudió en el Cobaev donde logró tener cobijo en el equipo de basquetbol de la escuela, pues entrenaba y eso lo llevó a participar en torneos nacionales. Ian estudió la licenciatura técnica en masoterapia y hace apenas unos días logró lo que pareciera imposible: graduarse.

Hoy Ian, también da conferencias motivacionales y para la erradicación del bullying, quiere ayudar a otros niños que tienen Síndrome de Down para que también tengan herramientas que les permita estudiar, formar parte de una sociedad inclusiva en donde tengan oportunidades laborales, en donde puedan emprender negocios.

Por eso, siempre que ve a un niño con Down aborda a su familia para ver si el niño está estudiando y guiarlos sobre cuál es el camino a recorrer para ayudarles a alcanzar sus sueños.

 

Con información de: http://www.diarioelmundo.com.mx/index.php/2018/06/26/supera-ian-sus-limites/