Luego de algunos domingos de bloqueos y a raíz de los acuerdos establecidos entre la operadora de la autopista Armería-Manzanillo y los manifestantes, este fin de semana la protesta en la caseta Cuyutlán tuvo poca convocatoria.
De acuerdo a la administración de la caseta, sólo 18 manifestantes acudieron este domingo a intentar impedir el cobro de peaje a los usuarios, quienes, en su mayoría y por iniciativa propia, decidieron cubrir la cuota para recibir su seguro de asistencia vial en caso de accidentes.
Después del descontento del Consejo Nacional Ciudadano (Conaci) por la infiltración de grupos de choque ordenados por actores políticos, mismos que fueron señalados como “oportunistas”, la desarticulación del movimiento se vio reflejado en el bajo aforo de manifestantes; lo que ha provocado discusiones y división entre integrantes del movimiento.
Este domingo los pocos asistentes sólo pudieron bloquear la caseta poco más de una hora; tiempo que contrasta con otras semanas cuando impedían a los usuarios continuar con su recorrido hasta por tres horas. Ante esto, los automovilistas que transitan por esta vía se quejaron por las largas filas y la pérdida de tiempo que provocaba la interrupción en las actividades de la caseta, sobre lo cual también opinaron que se trataba de una acción ilegal porque les impedían “tener el seguro de viajero”, mismo que defienden como un derecho.
El sector privado de Colima ha reconocido el esfuerzo de la operadora del tramo carretero por llegar a acuerdos con los manifestantes y así permitir que los usuarios puedan llegar a su destino sin ningún contratiempo y que los trabajadores de la caseta puedan hacer su trabajo. Esto, indican, es un incentivo para que la economía de la zona continúe con su crecimiento.