Las medidas de prevención contra la parasitosis intestinal están vinculadas con la modificación de hábitos higiénicos, afirmó el Coordinador Clínico de Pediatría del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Colima, doctor José Luis Vázquez Urdiano
Los parásitos intestinales, explicó, son un problema de salud muy persistente, ya que causan anemia, bajo peso, malnutrición, crecimiento retrasado, afectan el desempeño escolar y las actividades de menores de edad.
Es una infección contagiosa que padecen tanto menores como personas adultas, como consecuencia de la ingesta de alimentos o agua contaminados. El riesgo de infección incrementa en los lugares con clima tropical y cuando incrementa la temperatura de acuerdo a la estación del año como primavera y verano.
Vázquez Urdiano, señaló que los más comunes son el áscaris (lombrices) y la taenia solium (solitaria), ambas se alojan en el intestino de la persona infectada. En zonas tropicales rurales se desarrolla la uncinariasis (parásito que penetra por pies y manos).
En su ciclo de vida, la solitaria produce huevos, llamados cisticercos, que se hospedan y afectan cerebro, ojos y músculos, lo que da a lugar a la enfermedad conocida como cisticercosis. Los síntomas de una persona con solitaria son dolor de estómago, pérdida de peso, flatulencias y cefalea (dolor de cabeza).
La parasitosis intestinal invade otros órganos a través de la circulación, como corazón, cerebro, hígado y pulmón; sin embargo, en ocasiones es asintomática, pero en otras ocasiones puede dar manifestaciones no intestinales como es el caso de la cisticercosis cerebral en donde el paciente puede presentar cuadros de cefalea o crisis convulsivas. El padecimiento clásico, añadió, se manifiesta con palidez, diarrea y debe ser tratado a la brevedad, pues en caso de complicaciones requerirá de manejo quirúrgico.
El áscaris, comentó, es un mal endémico con alto componente social y puede ser controlado, pero difícilmente eliminado.
Para evitar el desarrollo de esa enfermedad recomendó lavarse las manos varias veces al día, principalmente después de ir al baño y antes de consumir alimentos; no comer carne ni verduras crudas o frutas sin lavar; hervir el agua para beber al menos un minuto, en especial cuando la ingieren lactantes y menores, así como no caminar descalzo o con calzado abierto en suelos de tierra o arena húmeros para evitar la uncinariasis.
Adicionalmente, el Coordinador de Pediatría recordó que el Instituto Mexicano del Seguro Social realiza campañas para desparasitar a la población con medicamentos, al menos dos veces al año en comunidades rurales y una vez en zona urbana, con el apoyo el programa PrevenIMSS y de las Unidades de Medicina Familiar (UMF), cuyo personal otorga tratamiento oportuno y adecuado a la población derechohabiente y población abierta durante las campañas de vacunación.