*El CONACyT apoyará la mejora de instalaciones para trabajar con células humanas, agentes virales y patógenos en ambiente estéril, gracias a un proyecto que propuso el investigador Hugo Cervantes Kardasch.
Con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima fortalecerá su laboratorio de cultivos primarios y lo transformará en uno de los laboratorios más actualizados de Ingeniería Tisular. En él, médicos investigadores podrán cultivar artificialmente (in vitro) tejidos para aplicarlos en órganos de pacientes que lo necesiten.
Esto lo dio a conocer el doctor en Ciencias con especialidad en Biología Molecular, Víctor Hugo Cervantes Kardasch, profesor de la Facultad de Medicina y miembro del SNI, luego de resultar beneficiado en la Convocatoria 2018 para Apoyo al Fortalecimiento de la Infraestructura Científica y Tecnológica con el Proyecto “Escalamiento del Laboratorio de Cultivos Primarios en el Laboratorio de Ingeniería Tisular”.
“El trabajo consistirá en un escalamiento que mejore el funcionamiento del actual laboratorio, donde es posible cultivar células obtenidas de un tejido de manera artificial (in vitro); también se podrá trabajar con agentes virales, patógenos y condiciones estériles”, señaló Cervantes Kardasch.
El apoyo otorgado es de 900 mil pesos, que permitirán convertir este espacio en un laboratorio con un nivel dos de bioseguridad (Biosafety Level 2 -BSL 2-), de los cuales hay pocos en México, y será adecuado para la recreación artificial (in vitro) de estos tejidos que se podrían aplicar en órganos de pacientes.
“Las característica de este laboratorio de alta seguridad es el nivel de sellado”, señaló el investigador, y explicó que debe estar perfectamente aislado el ambiente interno del externo, y que debe tener un recubrimiento especial antibacterial y antipatógeno.
Además, continuó, “las instalaciones de BSL 2 deben contar con un sistema de ventilación cerrado con filtros de alta eficiencia (High Efficiency Particulate Air –HEPA-), iluminación y un sistema de ingreso y salida controlados. También tendrá un sistema de vacío e instalación de gases especiales, pues para los cultivos se utiliza bióxido de carbono y no podemos meter y sacar cilindros de gas”.
Para este escalamiento, Cervantes Kardasch trabajó con la organización no lucrativa del Centro de Biodefensa y Enfermedades Infecciosas Globales A.C., la cual los asesoró en la implementación de este laboratorio.
Cabe destacar que Cervantes Kardasch se dedica a ensayar los llamados cultivos tridimensionales así como a probar células con materiales bio compatibles para determinar cuáles se llevan mejor con ciertos materiales y factores de crecimiento.
Como parte de sus líneas de trabajo, maneja la recreación de tejido osteocondral (hueso y cartílago) y el desarrollo de tumoroides (tumor microscópico) para probar fármacos que se estudian en la actualidad contra el cáncer.
El apoyo que recibe de CONACyT, en pequeña proporción, también le permitirá el desarrollo de una bio-impresora de bajo costo. Es decir, adecuará una moderna impresora 3D para crear tejidos tridimensionales con una bio-tinta.
Asimismo, resaltó que el Laboratorio de Agrobiotecnología de la UdeC desarrolló un poli-hidroxialcanoato, un tipo de bio-plástico que tiene aplicaciones en ortopedia y que se dedican a estandarizar el desarrollo de este bioplástico a través de una bacteria que empleará para crear la tinta para la bio-impresora.
“De esta forma, desarrollaríamos aplicaciones de regeneración ósea y haríamos las pruebas de bio-compatibilidad”, señaló el profesor investigador.
El titular de las asignaturas de Fisiología y de Medicina molecular afirmó que es un logro muy importante para él. Con once años como universitario, de los cuales cinco ha dedicado a la investigación, hoy es muy importante este apoyo de CONACyT: “En la actualidad, ya no podemos investigar lo que queremos sino lo que aporte benficios a la sociedad a mediano plazo”, mencionó.
Para concluir, invitó a apoyar más la investigación científica porque es la clave del desarrollo de cualquier nación: “El país que no invierte en ciencia –advirtió– se ve obligado a importarla”.