Entre cámaras que buscan llevarse un recuerdo, Andrés Manuel López Obrador firmó junto con campesinos su Plan de Ayala Siglo XXI en Zacatecas. En el acto, ofreció subsidios para los productores.
En el templete, Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, resguarda el documento. En él, señaló el candidato presidencial, se dará un viraje a la política económica para “ya no comprar en el extranjero lo que consumimos; vamos a producir en México todo lo que consumimos”.
Sostuvo que se pretende terminar con la migración y “que el mexicano pueda trabajar, ser feliz donde nació, donde están sus familiares, sus costumbres”.
López Obrador conmemoró así a Emiliano Zapata. El ocote encendido y su olor penetrante. La piel caoba, el paliacate al cuello, el sombrero desgastado, el sol aletargante y, en medio del templete, el acuerdo que firman organizaciones campesinas con el candidato.
El machete desenvainado, al aire, con las leyendas de San Salvador Atenco, de Ayotzinapa, de Acteal, del “General Emiliano”, de “Tierra y Libertad”, y balanceándose sobre ese documento que firmaron en conjunto, decenas de dispositivos móviles, de selfies para el recuerdo.
En el templete, más allá, detrás de candidatos e invitados, está el vocalista de la Banda Jerez, Marco Antonio Flores, abanderado de Morena a una diputación federal por un distrito del estado.
Al grupero parece no importarle el sol calcinante. Una temperatura que al mediodía se eleva a los 38 grados. Flores Sánchez calza botas de piel negras, pantalón de cuero y sombrero tipo vaquero del mismo color, camiseta blanca desabotonada y dos gruesas cadenas de oro al pecho. Y sí, tampoco deja de tomarse selfies con sus seguidores.
Narro Céspedes está a sus anchas, en sus terrenos. El experredista, el expetista, el dirigente de El Barzón, que en 2002 irrumpió en la Cámara de Diputados a caballo, con un contingente de esa organización, el hoy candidato de la alianza Morena-PES-PT al Senado por Zacatecas, presume en su propaganda en bardas, mantas y pendones que “Votar por Narro es votar por AMLO”.
Lejos están las placas de los hermanos Casasola, las fotografías históricas al Atila del Sur. Lo que hoy manda en la firma del “Plan de Ayala del Siglo XXI” son las selfies a un documento, a un político, a un candidato, a la farándula.