Vladimir Putin resultó reelegido presidente de Rusia en las elecciones celebradas este domingo, en las que obtuvo una mayoría de más del 70% de los votos emitidos, según las encuestas a pie de urna.
Gracias a la holgada ventaja sobre el resto de candidatos que se presentaban, Putin sale reforzado para continuar en el cargo al menos hasta 2024.
De acuerdo con las distintas encuestas realizadas a la salida de los colegios, la victoria obtenida por Putin oscilaría entre el 71,97% y el 76,3% de los sufragios.
El exagente del KGB, que fue elegido presidente de Rusia por primera vez en 2000, obtiene la victoria en pleno conflicto diplomático con Reino Unido a raíz del envenenamiento en Reino Unido del exespía Sergei Skripal y las acusaciones de injerencias en procesos electorales de diversos países, entre otras disputas.
Las elecciones registraron una alta participación, superior a la de hace seis años. A las 17:00 horas de Moscú, a falta de tres horas para el cierre de las urnas, era del 51,9%, según la Comisión Electoral Central (TsIK).
El principal líder opositor, Alexéi Navalni, excluido como candidato por tener antecedentes penales, había llamado al boicto y las autoridades rusas hicieron un enorme esfuerzo para lograr una gran afluencia a las urnas. De hecho, en los colegios electorales se rifaban entradas para conciertos, se vendían productos alimenticios a bajo precio y en algunos incluso se ofrecían atracciones de entretenimiento.
El Kremlin, a través del «recurso administrativo», movilizó a los poderes regionales para garantizar la participación a través de presiones e intimidación.
Las primeras denuncias de irregularidades, presentadas por el equipo de observadores enviados por Navalni, hablan de personas que han votado dos veces. Así mismo, se considera sospechoso que en algunos centros de población de la península de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso, la participación haya sido del 100%.