“En las culturas indígenas, el erotismo y la sexualidad eran vistos de manera normal, incluso algunos de sus rituales y cánticos hacían referencia a estos temas; sin embargo, cuando llegaron los españoles estas prácticas fueron reprimidas y sustituidas por el Cristianismo”, compartió Patrick Johansson Keraudren antes de impartir el módulo “El erotismo en la cultura náhuatl prehispánica”.
Este módulo, que se imparte en la Facultad de Letras y Comunicación (Falcom) de la Universidad de Colima como parte del XX Seminario de Lengua y Cultura Náhuatl, tiene como fin conocer el concepto que los indígenas tenían sobre el erotismo y la sexualidad.
“El erotismo era parte del mundo prehispánico. Para ellos, el erotismo era contrario a la muerte, que también es importante en el mundo prehispánico. Vamos a ver el sacrificio, la parte sádica y abordaremos a los huastecos, que fueron epónimos de la sexualidad en el México prehispánico”, comentó el experto.
El académico de la UNAM dijo que “las culturas prehispánicas hacían danzas obscenas, cantos traviesos llenos de albures, no sólo para recrearse, divertirse o hacer catarsis, sino también para propiciar el crecimiento de las plantas. Ellos creían que así se contagiaban las plantas y los animales y que esto propiciaba el crecimiento y la vida. Pensaban que la risa y el placer eran vitales”.
Sin embargo, por razones religiosas, estos aspectos se reprimen y por ende todo el erotismo indígena se reprime. Johansson Keraudren adelantó que, en el módulo de la próxima semana, los asistentes analizarán los cantos de placer y el erotismo y cómo, durante la evangelización, estos cantos fueron modificados para incorporarlos a la religión.
“Los frailes recuperaron los cantos, quitaron a los dioses prehispánicos y pusieron a Dios y a la Virgen en situaciones muy escabrosas. Es chistoso cómo los cantaron en el atrio de las iglesias, porque son muy bellos, pero contienen partes eróticas que no identificaron los frailes”, dijo Patrick Johansson para concluir.