El pasado 11 de febrero se cumplieron dos años de administración del Gobierno de Colima, en el cual se empeñan en hacer creer a los colimenses a través de declaraciones o de sus cada vez menos convincentes funcionarios, así como mediante un informe de labores, cada año más carente de contenido, que mantiene una Administración eficiente y responsable. Nada más alejado de la realidad.
El mandatario presumió con bombo y platillo la intención de crear y equipar el Centro de Coordinación, Control, Comando, Comunicación, Cómputo e Inteligencia (C5i), el cual a pesar de ya llevar dos años de administración y una suma de 1,200 homicidios, nos hacemos la pregunta, ¿Cuántos homicidios más se necesitan?, para que se resalte la intención de mejorar la seguridad en nuestro Estado.
Para quienes integramos este Grupo Parlamentario no queda duda de que, la actual administración del Gobierno del Estado, ha demostrado nula capacidad para que dejemos de ser puntero en las listas de entidades con mayores índices de inseguridad, sin mencionar que Estados Unidos y Canadá han puesto a Colima en la lista negra para que sus ciudadanos y compatriotas no visiten nuestro estado, resaltando Manzanillo, Tecomán y Colima como los más violentos. Con todo esto recordamos la principal promesa de campaña: “Vas a vivir feliz, ¿seguro?”.
A la inseguridad, debemos agregar que los ciudadanos no confían en obtener justicia de los hechos que denuncian, lo que le ha valido severas críticas, señalamientos y recomendaciones de la sociedad, organismos como la Comisión de Derechos Humanos en Colima y este Grupo Parlamentario en tribuna del H. Congreso del Estado.
Estos abusos, sumados a las pésimas políticas de promoción económica, de revanchismo político, nepotismo, sus fallidos programas de política social, así como los diarios desatinos del Gobernador y su equipo, lo han posicionado como uno de los peores mandatarios en la historia de Colima, pues de acuerdo a la encuesta realizada por la Revista 32, Peralta Sánchez tiene un 90.1 por ciento de desaprobación de los colimenses contra una aprobación ciudadana de tan sólo el 8.4 por ciento lo aprueba, pues al resto le es indiferente su actuar como mandatario estatal.
Externamos nuestra preocupación pues, ante tan pésimo panorama y, próxima contienda electoral es más que obvio que el Gobernador destinará sus esfuerzos a favorecer a los candidatos de su partido, pues de ello dependerá su futuro político y es más que obvio que los colimenses ya estamos cansados de la pagar la factura de su mala Administración.