La escalada de violencia registrada en los últimos años y los múltiples casos que se han registrado recientemente sobre delitos en contra de la ciudadanía, desde un robo a mano armada hasta el asesinato, desde la delincuencia común hasta la organizada, evidencia el rotundo fracaso de la política de seguridad del gobierno federal, por lo que el Partido del Trabajo urge replantear su estrategia y combatir de manera eficaz el problema de la inseguridad.
A unos meses del cambio de gobierno, la indiferencia por la violencia e inseguridad que azota al país por parte de las autoridades se ha agudizado, puesto que están más preocupados por ocupar un nuevo cargo de cara a las elecciones del 1º de julio y conservar en el poder a su partido, que en trabajar por los intereses más sentidos de la ciudadanía que todos los días sale a las calles con el temor de ser víctimas de un hecho delincuencial.
La falta de respuestas y simulación del gobierno ante los casos de desapariciones, asesinatos de periodistas, defensores de derechos humanos, sacerdotes, políticos, muestra a un Estado fallido atrapado en una red de corrupción, alentada por una Ley de Seguridad Interior anticonstitucional, violatoria de los derechos humanos y con amplio margen para cometer todo tipo de delitos contra la población.
Por ello, el Partido del Trabajo hace un enérgico llamado a las autoridades federales a poner en marcha políticas sociales que en un corto plazo coadyuven a mitigar el flagelo de la inseguridad y romper con la inercia de privilegiar un proceso electoral por encima del bienestar de los mexicanos.