La alimentación que se basa en un alto contenido calórico como azúcares y harinas, entre otros, predispone a enfermedades crónicas como obesidad o diabetes, pero de igual manera favorece la aparición de caries dental, informa la Secretaría de Salud y Bienestar Social.
El área de Nutrición de la dependencia estatal expone que hay diversos factores que favorecen la aparición de las caries, siendo el principal una alimentación rica en azúcares, ya que estos alimentos favorecen la proliferación de las bacterias que normalmente se encuentran en la boca y que se convierten en ácidos, así como la falta de flúor.
Las bacterias, el ácido, los pedazos de comida y la saliva se combinan en la boca para formar una sustancia pegajosa llamada placa que se adhiere a los dientes, la cual comienza a acumularse en los dientes al cabo de 20 minutos después de comer, dañando el esmalte que cubre los dientes; si ésta no se quita, comenzará a presentar caries.
De esta manera, una ingesta frecuente de caramelos, mermeladas, galletas, gelatinas, bebidas azucaradas, azúcar de mesa, cereales, bollos y otros alimentos ricos en hidratos de carbono tienen relación con un mayor riesgo de sufrir caries, por lo que se debe limitar o evitar su consumo.
Consumir alimentos como lácteos y carnes, que aportan calcio y fosforo que ayudan a proteger y reconstruir el esmalte dental; frutas y verduras porque contienen agua y fibra que equilibran los azúcares y limpian los dientes, y vitamina C que cuida las encías y el esmalte de los diente, contribuyen a prevenir la caries dental.
Desde el punto de vista nutricional, la dependencia recomendó que para mantener dientes sanos y libres de caries se requiere tener una alimentación saludable, completa y variada; mientras el consumo excesivo de carbohidratos simples predispone a presentar caries, causando ácidos que atacan a los dientes durante 20 minutos o más.
En este sentido, los profesionales de la salud bucal establecen que es tan importante la alimentación como la higiene dental, de ahí que el cepillado debe ser intenso después de ingerir alimentos, ya que se adhieren fácilmente a los dientes.