La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) indicó que México rompió la barrera de los tres millones de vehículos producidos en los primeros diez meses del año y va hacia un nuevo récord de producción y exportación de vehículos que le afianzan como el mayor productor de autos en América Latina por tercer año consecutivo pese al repunte de Brasil.
Destacó que de enero a octubre las montadoras en México produjeron 3.19 millones de autos, “un nuevo récord”.
“La producción de vehículos ligeros alcanza una cifra récord histórica para cualquier mes, 365 mil 111 unidades en octubre de 2017”, señaló la asociación de productores, que también señaló que las exportaciones en el mes pasado crecieron 12.7 por ciento respecto al mismo mes del año pasado.
De esta forma, México rompe por primera vez la barrera de los tres millones de vehículos producidos en los primeros diez meses del año y terminará 2017 afianzado como el mayor productor de América Latina, a pesar de la recuperación de la economía brasileña.
El gigante sudamericano, que basa su producción en el mercado nacional y no en las exportaciones, a diferencia de México, produjo de enero a octubre 2.23 millones de vehículos, un 28.5 por ciento más que en 2016.
Las ventas nacionales brasileñas siguen creciendo como consecuencia de la recuperación económica del país, que abandonó en 2017 su peor recesión en décadas, pero siguen estando por debajo de los niveles de 2014, cuando inició la crisis.
Desde que México superó, en 2014, a Brasil como mayor fabricante de vehículos de América Latina esta tendencia no cesó de acelerarse, impulsada por las exportaciones mexicanas a Estados Unidos y Canadá.
El año pasado Brasil produjo 2.15 millones de autos, por 3.46 millones en México, un dato que probablemente será superado en 2017.
El sector automotriz brasileño enfrenta, además, un nuevo desafío, pues el programa de incentivos nacional (Innovar-Auto), condenado por la Organización Mundial del Comercio (OMC) por conceder subsidios a la industria, expira a finales de año y las montadoras temen que el gobierno retire las ayudas a la inversión.
Está en discusión un nuevo programa (Rota 2030) que incentivaría con exenciones fiscales a las empresas que consuman menos energía, pero algunos sectores del Ejecutivo se oponen, pues el país sufre un abultado déficit fiscal y necesita aumentar la recaudación.
Las empresas, entre las que están las mayores multinacionales europeas, estadunidenses y japonesas, pues Brasil no tiene marca propia de autos, piden que el gobierno mantenga de alguna forma las ayudas a un sector que emplea 1.6 millones de personas y genera el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero carece de competitividad.
El presidente brasileño, Michel Temer, se reúne este día con el líder del principal lobby automotriz, Antonio Magale, que lidera la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil (ANFAVEA).