*“La adolescencia es uno de los periodos de mayor sensibilidad para la adquisición de una conducta problema. Es la etapa en la cual la mayoría de las personas inicia el consumo de sustancias adictivas y el establecimiento de patrones de conducta resistentes al cambio”: Iván Bárcena.
Iván Alejandro Bárcenas Gómez, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, impartió la conferencia “Procesos de interacción social de adolescentes clasificados como antisocial”, en el marco de la XXIX Semana de Psicología que celebra la Universidad de Colima.
En su disertación, explicó que realizaron un análisis del comportamiento de adolescentes de secundaria durante los tres años de este nivel, así como la interacción que éstos tenían con sus padres.
Dijo que realizaron una estrategia para identificar qué adolescentes son catalogados como antisociales, y que además eligieron un grupo que no presentaba este comportamiento.
Iván Alejandro Bárcena dijo que el comportamiento antisocial se define como una forma de actuar del adolescente “que no va de acuerdo con las normas, lo establecido, lo que se está dictando a nivel social o educativo dentro de la escuela”.
“La conducta antisocial va en contra de las reglas establecidas; para nuestro estudio, son las reglas establecidas en la secundaria: si cumple con el uniforme, el horario, las tareas asignadas, entre otras”, detalló.
El comportamiento antisocial, manifestó, “está estrechamente relacionado con el comportamiento agresivo, ya que estas expresiones conductuales de agresión van en contra de lo establecido”.
El investigador señaló que el comportamiento antisocial tiene amplia variedad de expresiones: consumir sustancias adictivas tales como el tabaco y el alcohol, manifestar agresividad o hacer bullying. La conducta antisocial, dijo, “surge por diferentes factores que pueden ser familiares, escolares, sociales o personales”.
Indicó que hay ciertos factores que pueden pasar de la infancia a la adolescencia: “Si el niño tiene un temperamento difícil y éste no se cuida, se ha demostrado que esto constituye un antecedentes para que en la adolescencia presente un comportamiento antisocial”.
Asimismo, la hiperactividad infantil puede ser un antecedente de comportamiento antisocial en la adolescencia, añadió.
Otros factores de riesgo, dijo, son manifestar agresión, aislamiento, problemas para relacionarse con sus compañeros, problemas académicos, asociación con amigos problemáticos; “si todo esto se presenta en esa transición de la infancia a la adolescencia, hay un factor de riesgo grande que puede determinar que el adolescente está en alto riesgo de tener un comportamiento antisocial”, advirtió.
Por otro lado, señaló que si el niño se encuentra en posibilidades de interactuar en un ambiente que le enseña la forma de solucionar problemas sin agresión, “esto es un factor de protección, pues disminuye la probabilidad de que se presente lo antisocial”.
Iván Bárcena dijo que, desde la perspectiva del desarrollo, la adolescencia es uno de los periodos de mayor sensibilidad para la adquisición de una conducta problema: “Es la etapa en la cual la mayoría de las personas inicia con el consumo de sustancias adictivas y con el establecimiento de patrones de conducta resistentes al cambio”.
Asimismo, comentó que en la adolescencia la persona está más enfocada en los amigos que en la familia, por lo cual es probable caer en entornos antisociales donde se consumen sustancias adictivas.
Manifestó que el padre de conducta agresiva también juega un papel importante para que el adolescente presente comportamiento antisocial, así como la falta de supervisión de los progenitores a sus hijos. Además, concluyo, el adolescente con riesgo de comportamiento antisocial casi no se comunica con sus padres.