No podemos seguir con las prácticas pedagógicas de hace 50 años: Experto

Napoleón Murcia Peña, de la Universidad de Caldas, Colombia, dictó conferencia en la UdeC.

 En el marco del III Coloquio Nacional de Formación Docente e Innovación Educativa que realiza la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Colima, se impartió la conferencia “La práctica pedagógica e investigación: un compromiso hacia la construcción de paces”, que dictó el profesor Napoleón Murcia Peña, de la Universidad de Caldas (Colombia).

 

En su ponencia, dijo que la práctica pedagógica “corresponde a una práctica y a un acuerdo sociales para orientar el proceso pedagógico hacia la configuración de territorios de paz; creo que debemos transformar la escuela desde adentro para lograr mejores opciones en lo social”, afirmó.

 

Napoleón Murcia señaló que la práctica de educación física, en este sentido, “tiene que convertirse en un escenario de vida donde cualquier actividad que se desarrolle en cualquier nivel de educación sea de reconocimiento”.

 

Además, aseguró que el compromiso de los maestros no se debe limitar a una clase y a sólo enseñar, sino que también debe buscar la transformación de la subjetividad, y dicha transformación se realiza escuchando al otro. Por lo anterior, dijo, “la práctica pedagógica no debe imponerse, como se ha hecho históricamente”.

 

“La responsabilidad de los formadores es hacer una práctica social diferente, que se ubique en la diversidad de los tiempos; no podemos seguir haciendo las mismas prácticas pedagógicas de hace 50 años”, añadió.

 

Asimismo, indicó que la labor pedagógica debe ser un escenario de constante reflexión sobre la vida social y no sólo de repetición; “no se puede seguir haciendo de ella un escenario de repetición de la violencia sino, por el contrario, uno de reflexión sobre la violencia”.

 

Expuso que el primer reto para configurar una pedagogía orientada hacia la paz “es asumir el acto pedagógico como un acontecimiento que nos involucre, que relacione la lógica simbólica de la vida social con la práctica social, y esto implica la importancia del contexto”.

 

Lo anterior implica, comentó, “reconocer las diferencias de las personas pese a las generalidades. Los niños deben conocer las diferencias que existen no sólo en lo físico sino también en el pensamiento”.

 

Recomendó “no realizar las clases de educación física pensando que todos los niños aprenden por igual. Tienen que poner sus habilidades para configurar diferentes escenarios y así llevarlos a entender el mundo, a relacionarse con sus dinámicas”.

 

Finalmente, dijo que la dinámica para la construcción de paz tiene como objetivo “proponer una nueva escuela que parta de los principios del reconocimiento y que, como constructo simbólico, se construya desde las más profundas significaciones de las sociedades”.