Todo sucedió en una autopista de Airdrai, Alberta, Canadá, Georgie Knox sufrió un accidente durante la noche y a solo 30 minutos de su trabajo atropelló a un coyote que intentaba cruzar la carretera. Pensando que se trataba de una piedra, así que continuó con su camino.
Fue hasta que Knox se detuvo en un semáforo cuando una mujer le advirtió que el animal estaba incrustado en la parte frontal de su auto.
“El coyote estaba mirando hacia arriba y parpadeando hacia mí”, cuenta la canadiense, luego de que llamo a las autoridades quienes corroboraron que el animal no tuvo grandes heridas. Una vez que se curó fue liberado.
Con información de 24 Horas. Diario sin Límites