- Los investigadores deben hacer un esfuerzo para comunicar los resultados de manera ágil y sencilla: Marcela Gajardo.
- La información de las evaluaciones debe aportar un juicio certero del estado que guarda la educación en México: Pedro Flores.
- Los resultados deben entregarse a las distintas audiencias, puesto que todos están interesados en la educación: Felipe Martínez Rizo.
La información que proporcionan las evaluaciones educativas debe ser complementada con otras fuentes, puesta en contexto, aprovechada en distintos niveles y por diversos actores, analizarse en foros y a partir de ahí emprender acciones que permitan contar con una mejor educación, coincidieron en señalar expertos en la materia, nacionales y extranjeros, participantes en la Reunión General de 2017 de los Consejos Técnicos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Pedro Flores, académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, destacó que es fundamental contar con buenos instrumentos de evaluación para que proporcionen información confiable que enriquezca el debate público y aporte un juicio mucho más certero del estado que guarda la educación en México.
Hoy es una ventaja que se cuente con información pública proveniente de evaluaciones y no como hace 20 años que se ocultaba, comentó.
El ex director del Instituto de Evaluación Educativa de Uruguay, Pedro Ravela dijo que no por evaluar mucho las cosas van a mejorar, sino que se avanza a partir del uso que se haga de los resultados que proporcionan. Por eso, una de las tareas fundamentales del INEE, además de hacer buenas evaluaciones y generar información, es hacerla llegar a los distintos actores, en diversos niveles.
El también integrante del Consejo Técnico de Difusión y Uso de Resultados de Evaluación Educativa del INEE informó que a través de esta instancia se ayuda a este Instituto en cuatro tareas fundamentales: cómo hacer que los resultados de las evaluaciones estén en la opinión pública, la sociedad los conozca y pueda usarlos para demandar mejor calidad educativa; cómo hacer que los resultados sean conocidos y utilizados por las autoridades a la hora de formular políticas educativas; cómo hacer que los resultados sean entendidos y puedan ser útiles para quienes trabajan en las escuelas, para los maestros, supervisores y directores, y cómo hacer que la evaluación sea utilizada para la política pública.
En su oportunidad, Marcela Gajardo, del David Rockefeller Center for Latin American Studies en la Universidad de Harvard, resaltó que los investigadores tienen que hacer un esfuerzo para comunicar los resultados de manera ágil y sencilla, traducir resultados estadísticos complejos, hacerlos comprensibles para los padres de familia, maestros, directores y para la opinión pública; ya empezamos, pero aún no hemos avanzado mucho.
Destacó que México ha hecho un gran esfuerzo para promover el uso de los resultados de las evaluaciones y para establecer una cultura de la evaluación, y que eso es muy importante en el reforzamiento de la tarea de rendir cuentas o hacernos responsables de los resultados que tienen las escuelas con los niños.
Finalmente, Felipe Martínez Rizo, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y primer director general del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), manifestó que es importante que las evaluaciones se sigan haciendo de manera ordenada, planificada, sistemática y que los resultados se difundan a distintas audiencias: autoridades educativas, legisladores, maestros, padres de familia y la sociedad, puesto que todos están interesados en la educación.