=Se producen 90 toneladas por hectárea, señala Oscar Avalos.
Sobre la misma superficie los productores de limón mexicano de Colima consiguen más volúmenes, pues trabajan bajo un esquema en el que se introduce una mayor cantidad de árboles, obteniéndose hasta 90 toneladas del cítrico por hectárea.
De las 20 toneladas por hectárea que se obtenían de 100 árboles plantados, ahora con un promedio de 312 por hectárea es posible conseguir 40 toneladas, refirió Oscar Ávalos, presidente del Consejo Estatal de Productores de Limón de Colima (Coeplim).
Si bien la población de árboles es más del doble que en el esquema anterior, Ávalos calificó de positivos los resultados, ya que la enfermedad del dragón amarillo (HLB), que llegó a México en 2010, disminuyó en un 50 por ciento la producción.
De no haberse aumentado las plantaciones, la producción sería de alrededor 8 toneladas por hectárea, señaló el titular de la organización.
En el Estado, destacó, se cuenta con una parcela de muestra que cuenta con mil 111 árboles por hectárea y se obtienen entre 80 y 90 toneladas, por lo que se espera ampliar por la entidad este esquema.
“El incremento en la densidad poblacional de árboles por hectárea también nos genera un mayor incremento en costo, en la operación y en la mano de obra; sin embargo, esta alta producción, de 80, 90 toneladas por hectárea, nos dan el margen económico para poderlo hacer factible”, puntualizó.
Para Ávalos, también representante del Sistema Producto Limón a nivel nacional, lo relevante del cambio de modelo es que se sigue trabajando sobre la misma área.
“Lo importante es que la pequeña superficie que el agricultor tenga la haga rentable y productiva. No tiene ningún sentido tener 100 hectáreas si son improductivas o poco rentables, es preferible tener 10 o 12, como tiene la mayoría (80 por ciento de los productores), pero hacerlas altamente productivas”, explicó.
De las nuevas variedades de limón se obtienen árboles con alturas más reducidas, lo cual genera ahorros, pues la producción se da en la parte baja, mientras que el follaje superior también demanda agua y nutrientes, pero no da frutos.
Destacó que los esquemas fueron propuestos porque tienen una base sólida en investigación.
“Esta situación no es una mera ocurrencia, es algo que está siendo demostrado y analizado por las instituciones de investigación, que es la Universidad de Colima y el propio INIFAP (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias) donde estamos viendo resultados muy favorables”, concluyó.