El cultivo de opio para la producción de heroína en México pasó de 3 mil 300 hectáreas en 2005, a 26 mil 100 hectáreas en 2015, según el Reporte Mundial de la Droga 2017, elaborado por de la Oficina de la ONU para las Drogas y el Delito.
Es decir, en 10 años la superficie cultivada de esa droga en el país aumentó en 22 mil 800 hectáreas, área similar al territorio de las delegaciones Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.
En el apartado ‘Visión global de la demanda y suministro de drogas, últimas tendencias, temas transversales’, destaca que la erradicación de ese cultivo ha sido variable entre 2006 y 2016, con un mínimo de 11 mil 46 hectáreas, en 2007, y un máximo de 26 mil 659 hectáreas, en 2015.
El organismo de las Naciones Unidas también revela que, en 2015, casi dos tercios de las seis mil toneladas de mariguana incautada en el mundo fue decomisada en el continente americano, donde destacó México seguido de Estados Unidos, Paraguay y Brasil.
El informe señala que los cárteles colombianos de la droga habrían perdido influencia, lo que permitiría a los grupos del crimen organizado en México llenar ese vacío.
Advierte, además, que las mafias italianas, como la Cosa Nostra, han obtenido grandes beneficios por sus conexiones con las altas esferas de la política. En una forma similar, algunos cárteles de la droga en México han sido supuestamente beneficiados por la protección de policías y políticos locales, señala el informe de las Naciones Unidas.