Científicos de la Universidad de Colima diseñan un prototipo de silla de ruedas para que las personas con cuadraplejía puedan manipularla a través de movimientos faciales o de cabeza.
El manejo será mediante la utilización de módulos de software y hardware, así como algoritmos de visión, mencionó el doctor en tecnologías de información y sistemas informáticos, Ricardo Fuentes Covarrubias.
Para el desarrollo del proyecto, los especialistas trabajaron con una silla de ruedas eléctrica donada por el Instituto Colimense para la Discapacidad, la cual fue modificada para que se pudiera controlar por comandos de voz y algoritmos de visión artificial.
En entrevista con la Agencia Informativa Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Fuentes Covarrubias explicó que la silla puede interpretar si existe alguna condición de riesgo y el sistema controla el aparato.
“Por ejemplo, si hay un escalón, el programa del software detecta ausencia de piso firme y se detiene o gira en la condición que considere más viable, ya que está equipada con un arreglo de sensores y un módulo cognitivo que permite a la silla de ruedas tomar decisiones”, expuso.
El experto explicó que uno de los objetivos es controlar en tiempo real una silla de ruedas eléctrica mediante algoritmos de visión artificial, el cual funcionará al encontrar la cabeza de la persona sentada en la silla para interpretar los movimientos de la cabeza.
“La silla de ruedas eléctrica se puede controlar detectando los movimientos de la cabeza y a partir de la segmentación del rostro, ya que el algoritmo principal busca áreas específicas del rostro para delimitar el área de control”, detalló.
En el caso de que la persona pueda hablar, además de interactuar con la visión artificial, el paciente podrá realizar comandos precisos mediante la voz.
“Si la silla no recibe una orden de voz para poderse desplazar, ella interpreta lo que tiene que hacer porque fue configurada como un agente inteligente mediante técnicas de biometría informática y visión artificial”, abundó.
Fuentes Covarrubias dijo que mediante la biometría se identifica al dueño de la silla, además se puede configurar para que obedezca sólo al dueño, esto permite calibrar el objeto antes de ser usada.
Cuenta además con una cámara que hace la función de videosensor, al tiempo que una computadora procesa la imagen y distingue algunos rasgos faciales mediante los cuales es posible controlar y direccionar el aparato.
“Debido a que para algunas personas cuadripléjicas ni siquiera es posible el movimiento de la cabeza, la cámara procesa los movimientos de la boca, los ojos o las cejas”, abundó.
El proyecto trabaja mediante tres softwares desarrollados por los especialistas, que aunque son independientes e interactúan entre sí con un sistema centralizado.
Para la siguiente etapa, los científicos buscan modificar la arquitectura de la silla, a fin de que se adapte a las necesidades del usuario y no se encuentre limitado a espacios planos.
La primera versión, que incluye módulos separados de control por comando de voz y visión artificial, así como la segunda que integra dos módulos, sensores y módulo inteligente, se encuentran en proceso de registro.