En primeros días después del parto pueden presentarse complicaciones

 

+En el marco del Día Nacional de la Salud Materna y Perinatal, la Secretaría de Salud informa que la hemorragia, es la complicación más temida durante las 24 horas posteriores al alumbramiento

Dentro de los primeros 10 días después del parto se pueden presentar complicaciones, que pueden llevar a la mujer a enfermar de gravedad o hasta fallecer, como una hemorragia en las primeras 24 horas postparto y las transformaciones progresivas en el cuerpo de la madre, informa la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado.

En el marco del Día Nacional de la Salud Materna y Perinatal que se celebra el 9 de mayo, la dependencia reitera que el puerperio o cuarentena, es el período en el que se producen cambios en el cuerpo de la nueva madre, los cuales hacen regresar paulatinamente las transformaciones ocurridas en la embarazada para el parto.

Este período se extiende convencionalmente desde la finalización del período de parto hasta los 45 ó 60 días después del mismo y conlleva un elevado riesgo de enfermar gravemente o fallecer, de ahí la importancia de conocer los factores de riesgo y reconocer precozmente las complicaciones.

Por ello, el puerperio se divide en tres etapas, durante las cuales se presentan cambios específicos en la mujer.

La primera es el puerperio inmediato, mismo que comprende las primeras 24 horas, lapso en el que la complicación más temida es la hemorragia y se ponen en juego los mecanismos de control de sangrado del útero.

El puerperio mediato es la segunda fase que abarca del segundo al décimo día, período en el que comienza la involución genital, la aparición de los flujos sanguinolentos (loquios) y la subida de la leche materna.

Y la tercera etapa es el puerperio tardío, en la que se presenta la recuperación total al estado previo al embarazo y se extiende aproximadamente hasta los 45 días luego del parto.

La Secretaría de Salud hace la recomendación a la madre de acudir al centro de salud u hospital ante la presencia de los siguientes signos de alarma: Aumento o fetidez de los flujos sanguinolentos; incremento de temperatura o fiebre mayor a 38 grados; dolor o congestión en los pechos, areolas y pezón o con grietas sangrantes; herida quirúrgica inflamada, roja o con secreciones; dolor de cabeza, abdominal y en pantorrilas; zumbido de oídos, y molestias para orinar.