*Los estudiantes del Bachillerato 8 que participaron el año pasado con su proyecto “No hay razones para parar”, de combate a la deserción escolar, expusieron los logros de su trabajo junto con los otros equipos de la república.
Los jóvenes del Bachillerato 8 de la Universidad de Colima que participaron en el Programa “Jóvenes en Acción” 2016 convocado por la SEP, por la embajada de Estados Unidos y el sector privado, presentaron hace unos días los resultados de su proyecto “No hay razones para parar”, que comprende acciones y estrategias para combatir la deserción y el abandono escolar en el nivel medio superior.
En la ceremonia de clausura de este programa en su edición de 2016, los jóvenes líderes sociales presentaron los resultados de sus proyectos comunitarios sobre campañas anti-bullying y deserción escolar.
Los integrantes de este equipo son Aldo Henríquez, Maximiliano Ríos, Daniela Estrada, Cenit Vázquez y Gala Sepúlveda, quienes estuvieron dirigidos por Pedro Ramón Gómez y Eliud Calderón.
En este evento se reunieron los 77 estudiantes que conformaron los 17 equipos elegidos a nivel nacional como parte del programa “Jóvenes en acción”, con el objetivo de presentar los avances y logros de sus proyectos. Cabe destacar que, de la región occidente, sólo el Bachillerato 8, ubicado en el campus San Pedrito de Manzanillo, consiguió una participación en esta convocatoria emitida el año pasado.
Los jóvenes hablaron de los clubes de regularización académica, de la preparación para el CENEVAL, así como del concurso de logos para crear un fondo de titulación y apoyar a jóvenes que necesiten recursos; además, hablaron sobre el manejo de emociones, medidas preventivas, información acerca del uso de preservativos para evitar los embarazos a temprana edad y sobre la transmisión de enfermedades sexuales.
En entrevista, destacaron que el proceso de implementación de estrategias ha sido un reto; además, se enfrentaron a actitudes de apatía en algunos alumnos: “Conforme han pasado las sesiones, sin embargo, ha sido muy gratificante, pues se puede hacer algo para ayudar a los jóvenes a que continúen sus estudios”.
“Se puede lograr un cambio, aunque sea pequeño; hemos aprendido a trabajar en equipo, ya que nos esforzamos en la planeación y en tener un plan de contingencia”, coincidieron los participantes.
Por último, dijeron que el resultado de esta reunión en la capital derivó en un vínculo con una asociación de fomento educacional, esto con el objetivo de convertir las acciones de su proyecto en un programa a futuro y ampliar sus objetivos y alcances.