Miedo a política migratoria de Trump deja vacíos los albergues en la frontera

Los albergues para inmigrantes en la frontera con México están prácticamente “vacíos”, pues los que buscan cruzar a los Estados Unidos han dejado de llegar por el miedo a las nuevas políticas migratorias implementadas por la administración del presidente Donald Trump.

“Nunca habíamos vivido una situación como esta, en el albergue antes no se daba abasto, ahora difícilmente tenemos 15 personas al día”, dijo a Efe Gilda Esquer, una de las fundadoras del albergue para inmigrantes San Juan Bosco, en la ciudad fronteriza de Nogales, Sonora (México), en la frontera de Arizona.

Esquer indicó que ha disminuido en un 80 % en las últimas semanas la presencia de inmigrantes en este albergue que tiene una capacidad para alojar a 100 personas.

El albergue dedicado a San Juan Bosco fue establecida hace 35 años y desde entonces ha prestado ayuda a más de un millón de inmigrantes.

Esquer asegura que nunca antes había presenciado un drástico descenso en el flujo migratorio como el registrado desde que Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos.

“La gente tiene miedo, mucho miedo, los que están siendo deportados no quieren intentar de nuevo porque los están amenazando con meterlos a la cárcel”, aseguro Esquer.

En estos días la mayoría de los colchones en el albergue se mantienen alzados, esperando que de un momento a otro llegue más gente, sobre todo si las deportaciones continúan en los Estados Unidos.

La misma situación viven los albergues para inmigrantes en ambos lados de la frontera en Texas.

“En una semana estábamos teniendo un promedio de 50 migrantes, cuando hace dos meses teníamos hasta 150 por día”, dijo a Efe Norma Pimentel, una religiosa encargada de uno de estos centros en McAllen, en el sur de Texas.

“Los migrantes que siguen llegando hasta esa frontera tienen miedo de la violencia en sus países, pero también tienen miedo de que los deporten”, dijo Pimentel.

Explicó que continuamente están en contacto con la Patrulla Fronteriza y los agentes les han dicho que esperan que el flujo migratorio se mantenga bajo en los próximos meses.

Pimentel indicó que recientemente viajó al lado mexicano a la ciudad fronteriza de Reynosa, en Tamaulipas y comprobó que también los albergues se encuentran prácticamente vacíos.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) documentó una reducción de un 40 % en las detenciones de inmigrantes indocumentados durante los dos primeros meses del año, comparado con el mismo periodo del 2016.

Las detenciones han pasado de 31.578 a 18.762 en un año.

Organizaciones como la Asociación Americana de Inmigración (AILA) han rechazado públicamente las ordenes ejecutivas firmadas por el presidente Trump sobre la seguridad en la frontera.

Estas órdenes incluyen la construcción de un muro fronterizo y la contratación de 5.000 agentes adicionales para la Patrulla Fronteriza.

“Los Estados Unidos han invertido miles de millones de dólares en seguridad nacional y a pesar de lo que se diga, la frontera esta más segura que nunca”, dijo Benjamin Johnson, director ejecutivo de AILA, en un comunicado de prensa.

Las órdenes ejecutivas del Presidente Trump eliminaron las prioridades de deportación establecidas por la administración del presidente Barack Obama, por lo que más personas están siendo detenidas y deportadas en el interior del país.

Las noticias sobre las deportaciones atemorizan a los inmigrantes indocumentados que temen pasar más tiempo en centros de detención si son detenidos en su intento por cruzar la fronterade manera ilegal.

Germán Banacek Álvarez, cónsul general de El Salvador en Arizona y Nuevo México, dijo a Efe que continúan visitando constantemente los albergues y centros de detención para brindar ayuda a sus conciudadanos.

El cónsul asegura que siempre recomienda a los inmigrantes mantener la calma y sobre todo seguir las reglas de los Estados Unidos para evitar tener problemas con las autoridades.

Tanto Esquer como Pimentel se encuentran a la espera para el caso de que los inmigrantes comiencen a regresar nuevamente a los albergues.