Los laureles que aparecen en la bandera de México no existen en la naturaleza, según lo ha confirmado un estudio publicado recientemente en el país latinoamericano.
La investigación, titulada ‘La flora del escudo nacional mexicano’, realizada por María Aguilar, Carmen Pérez Olvera y Socorro Pérez Olvera, confirmó que los laureles que siempre han acompañado al águila que devora la serpiente “no corresponden a la morfología de las hojas de laurel verdaderas”, refiere una nota publicada por Milenio.
Según un fragmento del estudio, “la rama que debería ser el laurel muestra hojas verticiladas, con tres o cuatro hojas creciendo en el mismo nivel, y no alternas como las tiene la especie, que tiene una hoja a diferentes niveles del tallo, una característica de la familia Lauraceae”.
El cambio gráfico en las hojas, sostienen las investigadoras, se realizó por primera vez en 1823, cuando se emitió una moneda denominada “Peso de Victoria”, en honor a Guadalupe Victoria. La ilustración fue retomada en 1934, durante el Gobierno de Abelardo Rodríguez, para hacer el sello de la correspondencia administrativa. En 1950 esa misma imagen pasó a ser el escudo nacional que sigue vigente hasta hoy.
La investigación concluye que, si bien la imagen gráfica fue “estilizada” con el paso de los años, las hojas de laurel deberían guardar similitud con sus características distintivas reales, destaca Vanguardia.