El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles un decreto para dar inicio a la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, y además congeló fondos para ciudades que se niegan a detener y deportar inmigrantes en situación irregular.
“Hemos estado hablando de esto desde el principio”, aseguró el mandatario respecto a una de sus más aclamadas promesas electorales al firmar el documento junto al recién confirmado secretario de Seguridad Nacional, el general retirado John Kelly.
“Construir la barrera es más que una promesa electoral. Es la primera medida, con sentido común, para asegurar la frontera”, dijo el vocero Sean Spicer durante su conferencia de prensa diaria. “Las agencias federales aplicarán las leyes migratorias sin remordimientos”, agregó.
La construcción del muro constituye una de las más polémicas propuestas de la campaña electoral de Trump, quien insiste en que de alguna forma México pagará por la obra.
De acuerdo con la Casa Blanca, la medida determina la “construcción de una larga barrera física en la frontera” sur del país.
El decreto firmado por Trump este miércoles se refiere en general al refuerzo del control fronterizo, y según el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, incluye provisiones para la creación de más instalaciones de detención de inmigrantes en la zona de frontera.
La medida también veta la liberación de inmigrantes ilegales detenidos y mantiene la prioridad de deportación para inmigrantes con antecedentes criminales.
Spicer dijo que la construcción del muro “no es solo una promesa de campaña, sino un primer paso de sentido común para asegurar nuestra porosa frontera”.
El vocero añadió que “sí, de una forma o de otra México pagará por la obra”.
El mandatario firmó también este miércoles un segundo decreto que se propone reforzar la vigilancia migratoria en el interior del país.
De acuerdo con Spicer, el gobierno “eliminará recursos federales para las llamadas ‘ciudades santuario’ y ciudades que dan abrigo a inmigrantes ilegales”.