Por Juan Ramón Negrete Jiménez
Pánico legislativo…
Creo que nunca como ahora los diputados que conforman la Quincuagésimo Octava Legislatura del Estado, han estado tan “apanicados”, a grado tal que pareciera que lo que menos quieren es acudir al Palacio Legislativo, y cuando lo hacen procuran pasar lo más desapercibido posible, sosteniendo algunas reuniones “en lo oscurito” y siempre a puerta cerrada, sin permitir el acceso a los medios, salvo, si bien les va, que les permitan ingresar a tomar algunas fotografías y a que los camarógrafos “levanten” algunos aspectos.
Desde que comenzaron las movilizaciones en contra de los aumentos a los combustibles, los diputados se han hecho prácticamente “ojo de hormiga” y a pesar de que han estado acudiendo grupos o personas a entregar documentos para exigirles que dejen de cobrar los diez mil pesos mensuales en vales de gasolina, los casi cinco mil pesos mensuales para pago de telefonía, los 15 mil pesos por presidir una comisión legislativa y los más de 10 mil pesos, por ser parte de una fracción parlamentaria, los diputados no dan la cara.
Cuando los representantes de los medios de comunicación hemos podido platicar con algunos diputados, sobre todo los que toman las decisiones en la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios, responden que lo están analizando, sin embargo a nadie convencen.
Lo peor de las cosas es que por esa cerrazón las cosas se les pueden salir de control, ya lo vimos la pasada sesión solemne, apenas el jueves anterior, cuando cuatro o cinco personas de las que han estado saliendo a manifestar su repudio al aumento a los combustibles, acudieron al recinto oficial y pusieron a temblar a todos los diputados.
Por eso es que les da miedo que se conozca con antelación cuándo habrá sesiones, porque temen que un grupo mayor a cinco personas acuda y les digan sus verdades en la cara.
En la sesión del jueves se pudo evitar el entripado que les hicieron pasar tres de las cinco personas, que fueron a manifestarse, y que a pulmón abierto estuvieron gritando, porque la presidenta de la mesa directiva, la priísta Graciela Larios Rivas, no tuvo la atingencia de cuando menos haberse acercado a los que se manifestaban y haberles dicho, si es que no podían o no querían recibirlos antes de la sesión, que al final dialogarían con ellos.
Pero no, cuando los manifestantes le pidieron autorización antes de arrancar la sesión para platicar en corto con ellos y exponerles su queja y pedirles que se solidarizaran, suprimiendo los apoyos que arriba le mencioné, la presidenta de la mesa directiva les negó el derecho a escucharlos y trató de avasallarlos abriendo la sesión y ordenando subir el volumen al micrófono para tratar de que nadie oyera lo que tres de los cinco manifestantes, les estuvieron reclamando a grito abierto.
De nada sirvieron “todas las tablas” que tiene la diputada cetemista para poder salir avante ante este desaguisado y eso que apenas fueron tres personas: dos mujeres y un varón y que además, son ya personas de la tercera edad, o adultos en plenitud, como se les llama, los que tuvieron los arrestos de gritar en su cara la verdad que a como dé lugar tratan de evitar los legisladores.
Los diputados y las diputadas de todas las fracciones se remolineaban en sus cómodas curules, se arrellanaban, la mirada al frente puesta en la presidenta de la mesa directiva, que quién sabe que dijo, porque los ojos y los oídos estaban puestos en las tres personas a las que se les negó el derecho de poderlas escuchar de manera civilizada, esas tres personas son las que se llevaron los reflectores y las grabadoras de los reporteros.
Y así aunque quisieron evitarlo, las palabras que les estaban diciendo dos señoras de la tercera edad y un varón no menor que ellas, se les clavaron en los oídos, de peor manera que si las hubieran recibido al final de la sesión solemne.
Bueno nomás para que tenga una idea, el presidente de la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios, Nicolás Contreras, mejor abandonó la sesión, cuando estaban gritando las mujeres, para no escuchar los reclamos que les estaban haciendo.
Una decena de policías protegiendo a los diputados…
Cuando al inicio de esta columna le dije que los diputados están “apanicados”, es porque en la práctica así es y si no usted mismo califique.
Desde el pasado viernes 6 de enero que es cuando se reanudaron de manera formal las actividades, no sé por orden de quién, pero tanto en el Palacio Legislativo, como en el Palacio Judicial, donde se encuentran los Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, a partir de la fecha antes señalada, ahora ya son resguardadas las instalaciones por elementos de la Policía Estatal.
Sí, dieron por terminados los contratos que tenían los Poderes Legislativo y Judicial con una empresa de seguridad privada, y a partir del 6 de enero de este año, ahora son resguardadas por elementos efectivos de la Policía Estatal, como si tuviéramos tantos.
Tal vez tengan razón los legisladores y los Magistrados, en haber pedido ser resguardados por policías, sobre todo ahora que la inseguridad están como nunca había estado en Colima, ya ve, tan solo en dos días mataron a doce personas en Manzanillo, sin que se detenga a nadie ni por equivocación.
Pero el colmo de las cosas ocurrió el pasado jueves, cuando se desarrolló la sesión solemne del Congreso, yo no sé si alguien les dio el pitazo, o en lo subsecuente así van a ser todas las sesiones, el caso fue que para “proteger” a los diputados y que no fueran a recibir alguna agresión, ni verbal siquiera, pidieron que una docena de elementos de la policía estatal estuvieran en el interior del recinto legislativo.
Y los ubicaron de tal manera que nadie pudiera ingresar al salón de sesiones donde están colocadas las curules que ocupan los diputados.
Mire, adentro del salón de sesiones, se apostaron dos elementos uno a cada costado de los dos escalones que conducen a donde se ubica la mesa directiva del Congreso; otros dos para apoyar se colocaron a los lados de donde están las “puertitas” que conducen al salón de sesiones, y otros a un costado de donde están los arcos para ingresar al Congreso, había otros mezclados entre la gente.
Por eso cuando las señoras de la tercera edad empezaron a gritar reclamándoles la falta de tacto de los diputados para atenderlas, de inmediato se acomodaron de tal forma, por si la personas adultas mayores, hubieran intentado una acción de otro tipo actuar de inmediato… sí, de ese tamaño es el miedo que traen los diputados.
Hoy habrá sesión, luego le reconfirmo si ya esa va a ser la constante y enviarán seguridad adicional para resguardar a los diputados.
Colima, el estado más inseguridad de todo México…
Oficialmente el estado de Colima es el peor estado en materia de seguridad, apenas la semana que recién concluyó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), dio a conocer el Informe de Víctimas de Homicidios, Secuestro y Extorsión 2016, con lo cual se cierran las cifras de los hechos delictivos registrados a lo largo de 2016.
De manera oficial le puedo afirmar que en los 12 meses del año pasado, se cometieron 714 homicidios, de los cuales 607, fueron homicidios dolosos, es decir todos los asesinatos que se han cometido; y, 107 culposos, esto de acuerdo al reporte mensual basado en averiguaciones previas y carpetas de investigación iniciadas por las agencias del ministerio público.
De acuerdo al informe, los 714 homicidios ocurridos en el estado de Colima, 42 fueron en enero, 50 en febrero, 65 en marzo, 79 en abril, 58 en mayo, 54 en junio, 61 en julio, 56 en agosto, 55 en septiembre, 57 en octubre, 64 en noviembre, y 73 en diciembre.
En homicidios dolosos, Colima está convertido en el estado más violento de toda la República Mexicana, al registrar una tasa por cada 100 mil habitantes de 81.55 casos.
Mientras que la media nacional es del 17.00 por cada 100 mil habitantes, en Colima estamos con una tasa del 81.55; el segundo estado más violento es Guerrero, pero 20 puntos debajo de la media de Colima, es decir en aquella entidad la tasa por cada 100 mil habitantes es del 61.67. En tercer lugar está ubicado Sinaloa, con una tasa del 38.57; le sigue Baja California, en el cuarto lugar con una tasa del 33.36; y en la quinta posición dentro de los estados más inseguros, pero con una diferencia abismal comparada con Colima, con una tasa del 32.89se encuentra Chihuahua.
En contra parte los estados más seguros del país, son Yucatán, con apenas una tasa de homicidios dolosos del 2.33; le sigue Aguascalientes con el 2.99; en la tercera posición está Nayarit, con una tasa de 3.13; en cuarto lugar aparece Hidalgo, con la tasa de 5.18; en la quinta posición está ubicado Querétaro con el 5.85; y en el lugar 6, aparece Tlaxcala con una tasa de 5.94.
Los asesinatos dolosos por municipio…
De acuerdo al mismo informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los municipios más violentos en nuestra estado, son Tecomán, con 193, Manzanillo, con 177 y Colima, con 119; siguiéndoles Armería con 36; después aparecen Cuauhtémoc y Villa de Álvarez con 27 cada uno; Comala, 10; Coquimatlán; Minatitlán 2 e Ixtlahuacán 1.
Cabe hacer la aclaración que aquí únicamente están reportados 600 asesinatos dolosos, por lo que seguramente habrá una fe de erratas, para señalar en qué municipios se efectuaron los otros siete homicidios dolosos cometidos.
Estas son apenas algunas de las cifras oficiales que da a conocer el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y la verdad son para espantar a cualquier, porque independientemente del discurso triunfalista de las autoridades que tienen la obligación de perseguir, detener y castigar a los responsables, esto último no está ocurriendo.
De acuerdo a estadísticas del Instituto Nacional de Geografía (INEGI), más del 80 por ciento de la población del estado, tiene la percepción de estar inseguros, es decir, la autoridad no genera confianza de que está trabajando para revertir la situación.
¿Y sabe qué?, esa gente tiene razón, porque solo en un estado donde no hay trabajo en materia de seguridad, se pueden cometer asesinatos por montones, como acaban de ocurrir en Manzanillo, donde en apenas dos días hubo 12 asesinatos.
Matan a cinco, a diez en un día o a 60 u 80 al mes y nada ocurre, tenemos dependencias que debieran actuar de inmediato y que no reaccionan, dan la impresión de que pareciera que lo que está ocurriendo no es de su competencia.
No hay perseguidos, no hay detenidos, no hay prevención, no hay procuración de justicia… y vemos tan campantes a quienes tendrían la responsabilidad de mantener un estado seguro y en paz, sonrientes y felices tomándose fotos y diciendo que todo marcha bien.
Pero también vemos a los jefes de las dependencias que están peleadas con sus efectivos, a quienes les niegan sus derechos laborales, quienes se ven obligados a trabajar hasta 36 horas continuas sin pago de horas extra; agentes que sufren acuartelamientos indiscriminados; abusos de autoridad; violaciones de sus derechos humanos, y lo peor, que cuando se deciden a levantar la voz, inmediatamente llegan las represalias, como ha ocurrido.
Qué va a ocurrir, no lo sé, pero no se vale que mientras tenemos a todo un pueblo abandonado a su suerte, sufriendo robos de sus pertenecías, robos con violencia, asesinatos, asaltos a sus negocios, a las casas-habitación, o víctimas de extorsiones, observemos que se distrae la poca seguridad con que se cuenta para proteger a los diputados, a los magistrados y a funcionarios estatales, o municipales… eso no se vale.
Para cerrar…
**Hoy lunes a partir de las 10 de la mañana el presidente municipal de Cuauhtémoc, arrancará otra etapa más de su campaña política, no sé si para buscar la reelección, o para postularse al Congreso local o al Congreso federal, el caso es que Rafael Mendoza Godínez, hoy y mañana, estará repartiendo gasolina gratis en las estaciones de servicios de aquél municipio.
Según el alcalde estará regalando gasolina en Cuauhtémoc, Alcaraces, Quesería y en dos gasolineras de El Trapiche, a cien vehículos por cada estación de servicios, y de acuerdo a lo declarado por él este combustible lo adquirió con lo que le correspondió de la segunda parte del aguinaldo del año 2016.
Van a ser al menos 500 vehículos los que se beneficiarán, de acuerdo a lo que ha trascendido a cada automotor le van a poner 150 pesos de combustible, lo que significa que el Presidente Municipal de Cuauhtémoc, erogará algo así como 75 mil pesos, en esa acción de regalar gasolina.
Si dicen que es con el monto de la segunda parte del aguinaldo ¿pues cuánto estará cobrando el edil de Cuauhtémoc para recibir este aguinaldo?… échele lápiz.
**Déjeme comentarle que desde hace más de dos semanas el Congreso el Estado, adquirió, dicen que con los ahorros obtenidos, cinco automóviles Toyota, de la línea Yaris, cuatro puertas cada uno. Se adquirieron de contado y cada vehículo costó algo así como 222 mil pesos, lo que significa que el Congreso empezando el año se gastó poco más de un millón de pesos en estos vehículos.
De acuerdo a lo que se informó, los vehículos se destinarán a las labores administrativas y justificaron la adquisición diciendo que el parque vehicular con que contaba el Congreso estaba obsoleto y que salía más caro tratar de repararlo que invertir en autos nuevos.
A lo mejor sí tenían razón, pero sabe qué, pues resulta que a más de dos semanas de que fueron adquiridos y la agencia automotriz, se los entregó de inmediato, pues resulta que no los pueden utilizar y ahí están arrumbados ya, llenándose de polvo en los estacionamientos del Congreso, porque no cuentan con las placas para circular.
Dicen que ya acudieron a realizar el trámite a la Secretaría de Movilidad y resulta que no hay dotación de placas, por eso no han podido ser emplacadas las cinco unidades, pero lo que es peor, tampoco les autorizaron permisos provisionales para conducir, que porque no tienen y porque no están autorizando… ¡cómo la ve!
Entonces si usted va comprar vehículo nuevo, pues antes vaya a la Secretaría de Movilidad, no vaya a ser que adquiera la unidad y luego no la pueda mover porque no hay placas ni permisos provisionales de circulación.
**Finalmente solo comentarle que hoy a las 11:00 horas está convocada una sesión ordinaria en el recinto legislativo, no sé qué vayan a sacar, pero sabe qué, no espere muchas cosas, porque no quieren estar mucho tiempo en el recinto, no les vayan a llegar los manifestantes a gritarles cosas feas… ya le platicaré “Desde la Curul 26”, si ocurre algo extraordinario… hasta la próxima.