Un grupo armado atacó varios edificios públicos en la zona centro de Cancún, en el Caribe mexicano, sin que hasta el momento se conozca si hay víctimas, informaron hoy fuentes policiales.
Los atacantes, que se desplazaban en moto, abrieron fuego contra la sede de la Fiscalía del estado de Quintana Roo para la zona norte, de Seguridad Pública, Tránsito, Bomberos y el Centro de Control, Comando, Cómputo y Comunicaciones (C4) de Cancún, señalaron las fuentes.
El ataque, perpetrado alrededor de las 16.00 hora local, se produce solo un día después de que un hombre abriera fuego en un club en la localidad turística de Playa del Carmen, en la Riviera Maya, generando un tiroteo que causó la muerte de cinco personas y lesiones a otras 15.
Los edificios públicos atacados se encuentran en la misma zona sobre las avenidas Xcaret y Kabah, donde los disparos desataron el pánico de los transeúntes.
De acuerdo con las fuentes policiales, la zona ya fue acordonada por las fuerzas de seguridad.
“El ataque a la Fiscalía del Estado es inaceptable. Solicitamos calma a la población…”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente municipal de Benito Juárez, Quintana Roo, Remberto Estrada.
Además informó que han aplicado estrictos protocolos para controlar la situación y detener a los responsables.
Cancún es uno de los principales destinos de soy y playa de México y la puerta entrada de la paradisíaca Riviera Maya, en el Caribe mexicano.
En el ataque registrado la madrugada del lunes murieron cinco personas; un canadiense que se desempeñaba como supervisor de seguridad del festival de música electrónica BPM, un italiano, dos mexicanos del oriental estado de Veracruz y una mujer estadounidense.
Según Carlos Joaquín González, el gobernador de Quintana Roo, estado del que Cancún es capital, las primeras investigaciones apuntan a que el tiroteo comenzó por un conflicto entre dos personas, aunque varios testigos aluden a una disputa por la venta de drogas en esta turística localidad.
La madrugada de este martes apareció colgado en la vía publica un mensaje amenazador en una manta, en el que el cártel de drogas de Los Zetas se atribuía la autoría del ataque.