*Llevaron objetos de primera necesidad como alimentos y ropa, y realizaron actividades lúdicas para los niños de dicha comunidad.
Para cerrar las actividades del 2016 y como un acto de solidaridad y responsabilidad social, alumnos voluntarios del Bachillerato 10 de la Universidad de Colima, ubicado en el campus Manzanillo, entregaron víveres y otros artículos a familias trabajadoras del campo en la comunidad de Los Humedales.
Se entregaron artículos de primera necesidad como despensas y ropa; además, los jóvenes realizaron actividades para divertir un poco a los niños con piñatas, dulces y juguetes, beneficiando a más de 10 familias en situacion vulnerable provenientes de los estados de Michoacán, Guerrero y Oaxaca, quienes cada año visitan estas tierras en busca de oportunidades para laborar.
En tal proyecto participaron los alumnos de forma voluntaria recabando los artículos durante los meses pasados. Estuvieron coordinados por los docentes Azucena Peñaloza como organizadora y María Estrada y Aidé Mendoza, del personal directivo.
Carlos Hugo Espíritu, director del plantel, comentó durante la entrega de dichos víveres, que esta actividad se suma al Programa Institucional de Calidad de Vida de la UdeC y a las acciones del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU), que dirige Alicia López de Hernández. Recalcó que “con este tipo de acciones el plantel gana también, pues se les inculca a los alumnos valores para crear en ellos un sentido humanista y sensible hacia el entorno”.
“Apoyamos a la gente vulnerable, y también nosotros ganamos al formar egresados con el sentido de los valores”, agregó Carlos Hugo.
Por su parte, Azucena Peñaloza dijo en entrevista, que uno de los objetivos de este proyecto fue que “los chicos se sensibilizaran y sumaran esfuerzos para apoyar a sectores vulnerables”, y reiteró que no es la primera vez que se hacen este tipo de donaciones, ya que el año pasado también se llevaron a cabo, y que se pretende extender a más alumnos para que participen en este tipo de proyectos.
María Estrada, por su parte, comentó que la experiencia fue “muy grata, pues da alegría apoyar a quienes más lo necesitan”. Consideró que las y los alumnos requieren adentrarse e interesarse más en estas problemáticas, “ya que muchas veces ni se percatan de que existen este tipo de sectores, lo cual ayuda mucho al fomento de los valores”.
Por último, algunos estudiantes externaron que “fue muy bonito formar parte de esta experiencia” y que no imaginaban las condiciones tan difíciles en que viven estas familias, lo que motivó en ellos la autorreflexión y una actitud de agradecimiento.