El subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Miguel Messmacher, explicó que a partir de enero, con la liberalización de los precios de la gasolina, estos podrán subir o bajar de acuerdo al mercado, y dijo que lo que se debe vigilar es que no generan una presión inflacionaria generalizada o el aumento injustificado en el precio de otros productos.
“Habrá un impacto en precios, eso es innegable pero obviamente de lo que debemos estar atentos es que asegurar que esto no nos genere una presión inflacionaria generalizada que es realmente, nadie está esperando eso en estos momentos; la Profeco debe estar asegurando que no haya quienes lleven a cabo aumentos injustificados en los precios de sus productos simplemente usando como justificación el que hubo un incremento en el precio de los combustibles”.
Asimismo, dijo que pese al incremento de alrededor del 20 por ciento en el precio de los combustibles, se espera que la inflación se encuentre en el 4.5 por ciento, una cantidad similar a lo ocurrido entre 2000 y 2013, cuando se vivió un incremento similar en los precios.
Messmacher indicó que con la liberalización del mercado ya no será el gobierno quien dicte los cambios en el precio, sino los factores internacionales, por lo que “si por ejemplo llegásemos a observar una apreciación del tipo de cambio, podríamos observar una disminución en el precio de las gasolinas”.
Por último, afirmó que aún si la reforma energética no hubiera exigido la liberalización de precios, este se hubiera dado igualmente debido al alza de los precios internacionales del petróleo.