NUESTRO AGUINALDO
Por Teodoro Rentería Arróyave
Seamos o no creyentes, seamos o no cristianos, profesemos o no una de las religiones que tienen como punto toral de su sustentación el advenimiento de El Salvador, tenemos que admitir que las fiestas decembrinas tiene un arraigo mundial en todo el orbe.
Las fachadas y los interiores de las casas de llenan de luces en torno a los adornos navideños.
Lo mismo ocurre en las plazas públicas, las calles, las avenidas, no se diga en los centros comerciales y hasta en los más modestos negocios, bueno hasta los edificios públicos, inclusive, en naciones donde su laicismo es institucional y norma legal.
En el sueldo de los asalariados también gana la tradición de más de 2 mil años. El aguinaldo que es regalo, presente, obsequio y que hoy está normado en las leyes del trabajo, algunos remontan la tradición a la época romana, sin embargo la gastrónoma, Jimena Cuellar Juárez nos ilustra al respecto de la siguiente manera:
“Con la llegada de la Navidad, antes de las posadas, esas fiestas que en México se celebran con el disfrute de antojitos mexicanos; delicioso ponche de frutas, la tradicional piñata y para finalizar la noche, la entrega de un aguinaldo a los asistentes.
La segunda acepción se ciñe a las tradiciones gastronómicas. Ya sea en una bolsa de celofán o una pequeña canasta de mimbre, el aguinaldo se caracteriza por contener la colación, que como explica Cristina Hernández de Palacio en el capítulo “Echen confites y canelones” del libro Navidad: significados y tradiciones, éstos son dulces que comúnmente suelen hacerse con almendra, cubierta con azúcar de distintos colores y rellenas de una pequeña cáscara de naranja”.
Otros estudiosos como Jorge Cubría nos ilustra al decirnos que la palabra aguinaldo proviene del celta aguinaldo, nombre que se designaba al regalo de año nuevo y que tiene que ver con la costumbre de intercambiar regalos como manifestación de buenos deseos.
Agrega, que durante el reinado de Rómulo, fundador y primer monarca de Roma -753 a.C.-, el emperador recibía de sus colaboradores ramas de un árbol frutal del bosque consagrado a la diosa Strenia, ubicado a las afueras de Roma.
Esta diosa representa la salud y la suerte, por lo que estas ramas se entregaban a manera de buenos deseos para el nuevo año.
Eso, exactamente es lo que ahora queremos desearles como participantes e interpretando el pensamiento de todos los que conformamos el Gremio Nacional Organizado: Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX; Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-México; Club Primera Plana, y Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE, en estas fiestas decembrinas y en el 2017, que a pesar de que nos dicen que será una año difícil, los mexicanos en unidad sabremos superarlo.
Y nuestro aguinaldo, lo ilustramos con el tradicional pesebre mexicano.
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en [email protected], [email protected] Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx