El gobernador demócrata del estado de Nueva York, Andrew Coumo, ofreció refugio a todo aquel que se sienta atacado, independientemente de su raza, credo, estatus social o preferencia sexual.
En su cuenta de Facebook, publicó “El estado de Nueva York está orgulloso de su legado como la capital progresista del país” y aclaró que los neoyorquinos tienen “filosofías fundamentalmente diferentes a las que Donald Trump estableció en su campaña“.
“Así que déjenme ser muy claro: si alguien se siente bajo ataque, quiero que sepa que el estado de Nueva York -el estado que tiene la estatua de la libertad en su puerto- es un refugio”, comentó.
Y agregó: “Si eres gay o heterosexual, musulmán o cristiano, rico o pobre, blanco o negro o marrón, respetamos a todas las personas (…) no importa lo que sucede a nivel nacional. No vamos a permitir que un gobierno federal que ataca a los inmigrantes lo haga en nuestro estado”.
Concluyó que Nueva York es un estado inmigrante, donde se han aprobado políticas públicas como el incremento al salario mínimo y al matrimonio igualitario.
El viernes, el alcalde de Nueva York, el también demócrata Bill De Blasio, sostuvo que el gobierno de Donald Trump no podría ejecutar ninguna medida que vaya en contra de los derechos constitucionales de Estados Unidos y advirtió “cualquier orden que amenace la calidad de vida de los neoyorquinos será combatida”.
Aunque admitió que “los miedos (ante las medidas del gobierno de Trump) son reales”, recordó que “mucho de lo que se hace en esta ciudad no depende de lo que Washington hace”.
Tanto De Blasio como el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, manifestaron su confianza para que el presidente electo Donald Trump no concrete su amenaza de retener los fondos federales para las llamadas “ciudades santuario” donde se concentra el mayor número de indocumentados.