Durante estos tres días hemos escuchado a diversos secretarios de la actual administración, coincidiendo todos en mayor o menor medida que sus dependencias las recibieron cargando diversos lastres de la pasada administración.
No busquemos excusas, hablemos sin rodeos: El endeudamiento actual tiene su origen en los dispendios, la codicia y la negligencia del ex gobernador Mario Anguiano Moreno.
Pero tambien he de decirlo claramente: Mario Anguiano no es el único responsable de la situación actual de nuestro estado.
Lamentablemente poco o nada se ha dicho acerca de los pillos que asesoraron, acompañaron y coadyuvaron con el ex mandatario.
Y aunque pareciera que se ha buscado a toda costa evitar mencionarlos por su nombre, los colimenses sabemos muy bien quienes son.
Por el actuar de estos corruptos es que nuestro estado se encuentra en una difícil situación económica pues son 4 mil 511 millones de pesos los que públicamente han sido admitidos como el endeudamiento de nuestro estado.
Esto no puede ni debe olvidarse y mucho menos tolerarse, pues de ser así nos convertiríamos en cómplices de Mario Anguiano.
Ya ocurrió durante la Quincuagésima Sexta y la Quincuagésima Séptima Legislaturas, donde los diputados oficialistas de todos los colores aprobaron las cuentas públicas y los endeudamientos del entonces titular del ejecutivo.
Lo revelado por el OSAFIG y el Libro Blanco pone de manifiesto las atrocidades cometidas con el dinero público y que fueron toleradas por el Poder Legislativo.
¡Vergüenza y arrepentimiento es lo que deberían de sentir estos exdiputados!
Un déficit de 1 mil 396 millones 819 pesos en la Secretaría de Educación, cifra que representa más del 30% del endeudamiento actual del gobierno y más del 40% del generado durante la administración anguianista.
Pero esta cantidad es mucho más que un solo número, pues dentro de esta podemos encontrar la desesperación y frustración de los maestros que durante más de un año laboraron sin recibir paga alguna y que ven cada vez más lejos la esperanza de obtener la justa retribución por sus trabajo.
Esta el desencanto y enojo de los cientos de profesores que acuden a solicitar servicio médicos y que les son negados por los adeudos a los profesionistas de la salud.
Esta el lamento y desengaño de quienes trabajaron arduamente y no solo en labores netamente docentes, bajo la promesa de obtener una plaza, una base que le permitiera gozar de cierta estabilidad económica.
¿Qué explicación podrán dar cada uno de estos maestros a sus familias? ¿Qué explicación les ha sido dada a ellos por parte de las autoridades? ¿Quién dará la cara y se hará responsable de la situación?
Por ello, lo menos que puede hacer esta Quincuagésima Octava Legislatura es aplicar la ley, llevar a los responsables ante la justicia para lograr el resarcimiento del daño provocado a la hacienda estatal.
Seguro que estoy que ninguno de los aquí presentes quieres ser cómplice ni facilitar que los responsables del desfalco financiero a nuestro estado queden impunes.
Lo he dicho en otras ocasiones y lo reitero a los reponsables de dañar a nuestro estado NI PERDÓN NI OLVIDO.