PALABRAS DE LA SENADORA. HILDA CEBALLOS LLERENAS PROHIBICIÓN DE CASTIGO CORPORAL

 
 
 
Con la venia de la presidencia.
Para los integrantes del grupo parlamentario del PRI, una de las principales obligaciones del Estado mexicano consiste en garantizar la efectiva protección y desarrollo de las niñas y niños de nuestro país.
En consecuencia, votaremos a favor de que se exhorte a los congresos locales de diversos estados a incorporar a su legislación la prohibición expresa del castigo corporal, conforme a lo dispuesto en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la Convención de los Derechos del Niño.
Antes de referirme al contenido del dictamen, me parece oportuno precisar que, conforme al párrafo noveno del artículo cuarto de la Constitución federal, en todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez.
El precepto jurídico en comento también dispone que, entre otras cuestiones, el principio del interés superior de la niñez debe guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez.
Con el presente dictamen con punto de acuerdo, se busca atender una problemática de dimensiones mayúsculas que no tiene paliativo alguno, el castigo corporal en contra de niñas y niños.
Aunque no es visible por la falta de denuncias, es un asunto que lacera profundamente a la sociedad mexicana y por ello es imperativo tomar las medidas que sean necesarias a fin de erradicar este tipo de conductas.
Para ponderar la gravedad e impacto que tiene el castigo corporal hacia menores de edad, basta mencionar que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el año 2014 una cuarta parte de todas las personas adultas manifiestan haber sufrido maltratos físicos en su infancia; además, indica que una de cada cinco mujeres y uno de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia.
En el caso de México, la última encuesta nacional sobre discriminación refiere que pegarle algo o poco, es respaldado por más de dos de cada diez personas.
Las cifras dejan de manifiesto la pertinencia del asunto que está a nuestra consideración.
Por otro lado, debemos tener en cuenta en términos del artículo 105 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, las leyes federales y de las entidades federativas, deben disponer de lo necesario para que quienes tengan trato con niñas, niños y adolescentes, se abstengan de ejercer cualquier tipo de violencia en su contra, en particular el castigo corporal.
En el ámbito internacional, el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño, establece que los estados adoptarán todas las medidas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual.
A pesar de las disposiciones invocadas, de los notables avances que existen en la implementación del proceso legislativo de largo alcance, que inició con la publicación de la Ley General de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, 16 leyes locales todavía no han establecido explícitamente la prohibición del castigo corporal.
Es en esta última consideración donde radica la importancia del dictamen con punto de acuerdo a discusión.
El objetivo es claro, establecer las condiciones que le permitan a la niñez de nuestro país desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física de manera óptima.
Compañeras y compañeros:
En el grupo parlamentario del PRI reafirmamos nuestro voto a favor y los invitamos a que se pronuncien en el mismo sentido.
Estamos convencidos que es imprescindible que todas las entidades federativas cuenten con leyes políticas integrales, para prevenir y sancionar toda forma de violencia en contra de niñas y niños.
Asimismo, resulta igual de importante que se lleven a cabo campañas en todo el territorio nacional, encaminadas a generar conciencia sobre formas positivas, no violentas y participativas de la crianza de niños y niñas.
El cuidado, protección y formación de las niñas y niños de México es responsabilidad de todos, y en el Senado de la República no podemos ser omisos, por ello estoy segura que habremos de aprobar el presente asunto.
Es cuanto.
Muchas gracias por su atención.