El último invento de Steve Jobs

Podrá discutirse por mucho tiempo si era o no un genio, o si era o no un inventor, pero lo cierto es que a Jobs no le faltaba ingenio; aunque de manera póstuma, su patente número 324, de nombre “mando de control remoto empleando un dispositivo móvil inalámbrico”, o en términos más claros, un iPad para maniobrar un barco.

 

El invento, que fue presentado para su registro en 2013, es un aparato que permite, a través de una pantalla táctil, no solo dirigir a una embarcación, sino controlar todos los aspectos de la misma, desde el funcionamiento del aire acondicionado hasta la dirección del timón.

Que este fuera su último diseño no es del todo extraño, pues Jobs se encontraba trabajando en su propio barco, de nombre Venus, donde esperaba pasar sus días de retiro.