Al menos 21 personas han muerto debido a una explosión ocurrida hoy en una planta química en la ciudad de Dangyang, en la provincia central china de Hubei, según informó la cadena de televisión estatal CCTV.
De momento, ni éste ni ningún otro medio chino han revelado más datos sobre el suceso, por lo que se desconoce qué puede haber causado la deflagración.
Aunque este tipo de tragedias no son una excepción en China, ésta devuelve a la memoria la sucedida en una terminal de contenedores de Tianjin en el norte del país, el año pasado, ya que mañana 12 de agosto se cumple el primer aniversario de la fatídica explosión.
Según la investigación oficial, las detonaciones en la terminal del puerto de Tianjin fueron causadas por la combustión de materiales peligrosos almacenados de forma “inadecuada o ilegal”, que causaron al menos 165 muertos y más de 700 heridos, aunque estas cifras todavía oscilan.
La tragedia reavivó las críticas al gobierno chino por las laxas medidas de seguridad en su sector industrial, donde los accidentes son frecuentes y en ocasiones las autoridades permiten a las empresas infringir normativas a cambio de beneficios.