Luego de que el agua de la alberca de clavados del Centro Acuático Maria Lenk sorprendiera a todos al presentar un fuerte color verde, el Comité Local Organizador de Río 2016 informó que la coloración se debió a una proliferación de alga causada por el calor y la falta de viento en el lugar.
A través de un comunicado, los organizadores de los Juegos agregaron que las pruebas realizadas a las aguas no mostraron riesgos para los atletas.
Si bien China ganó el martes su tercer oro consecutivo en la plataforma sincronizada de mujeres, la charla giró en torno al color verde oscuro del agua en la piscina.
“Nunca había visto nada así, pero es Brasil y aquí todo es verde. Quizá fue la decoración que pusieron para hacerlo bonito”, señaló en tono de broma la clavadista mexicana Paola Espinosa, quien participó en la competencia del martes.
Ese color contrastó con el del agua en la fosa un día antes y también con el azul claro que la segunda piscina mostró para un duelo de waterpolo.
“Ese va a ser el tema de hoy, ¿verdad?”, agregó Espinosa. “La verdad es que sí vimos que estaba verde el agua, pero para nosotras no fue un tema de conversación. No huele feo y no nos salió nada en la piel. Pero sí es cierto que se fue poniendo cada vez más verde”.
El clavadista británico Tom Daley, que el lunes se colgó el bronce en clavados sincronizados desde la plataforma, tuiteó una fotografía en que aparecen las dos piscinas una junto a la otra y comentó, “Ermmm…¿qué sucedió?!”
“No fue algo en lo que nos enfocamos, se nos hizo raro y hasta un poco chistoso, pero no influye en nada”, dijo la también mexicana Alejandra Orozco. “A mí nunca me había tocado ver algo así en competencias”.
La calidad del agua ha sido un tema de preocupación sobre los Juegos Olímpicos, pero siempre en océanos y lagunas, no en las piscinas de las sedes de deportes acuáticos.