Corea del Sur revisará la instalación del Sistema de Defensa Área de Gran Altitud Terminal (THAAD, por su sigla en inglés) ante las protestas de los residentes de Seongju, designado para su despliegue.
La presidenta Park Geun-hye anunció este jueves que su gobierno podría considerar el despliegue del escudo antimisiles estadunidense THAAD en otro lugar dentro de la comarca sureña de Seongju, en la provincia de Gyeongsang del Norte.
Park hizo este anunció durante una reunión sostenida con once legisladores de Daegu y la provincia de Gyeongsang del Norte, incluyendo a Yi Wan-young, quien representa a Seongju, reportó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Los vecinos de Seongju, donde ya existe una base militar de artillería, se han manifestado desde el mes pasado en Seúl contra lo que consideraban una decisión “unilateral” del gobierno.
Los residentes temen que las ondas electromagnéticas empleadas por el radar AN/TPY-2, que formará parte del THAAD, causen cáncer, infertilidad y daños a los cultivos, además de convertir a la ciudad en un blanco militar si estalla un conflicto en la península.
El THAAD está diseñado para interceptar misiles balísticos que vuelan a gran altura dentro y fuera de la atmósfera.
Consiste de seis lanzaderas montadas en camiones, 48 interceptores (ocho por lanzadera), una unidad de control de tiro y comunicaciones.
El proyecto ha estado rodeado de polémica desde el principio, ya que Corea del Norte lo considera una amenaza a su seguridad.
China y Rusia han manifestado su oposición al creer que los potentes radares del THAAD pueden servir para obtener datos de inteligencia de sus bases militares más cercanas.